𝐅𝐄𝐋𝐈𝐂𝐄𝐒 𝐗 𝐒̶̶𝐈̶̶𝐄̶̶̵𝐌̶̶𝐏̶̶𝐑̶̶𝐄̶̶ 〡 𝓜𝒊𝒕𝒔𝒖𝒚𝒂 𝓣𝒂𝒌𝒂𝒔𝒉𝒊

𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝐃 𝐎 𝐒

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2002 - ABRIL, MARTES 15

｀ㅤㅤSHIBUYAㅤ𖥘ㅤEP.ㅤ𝟢2

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El día amaneció con una suave brisa primaveral, los árboles estaban cubiertos de hojas y el sol brillaba en lo alto del cielo. Aunque el aire era fresco por la mañana, Dai se había asegurado de llevar consigo un abrigo cálido que la protegiera del frío. Salió del pequeño edificio donde vivía y comenzó su camino hacia la escuela.

Mientras caminaba, estaba absorta en sus pensamientos, repasando mentalmente la melodía que había terminado. Solo le faltaba ponerle un nombre y estaba emocionada por compartir su creación con su padre. Estaba tan sumergida en su propio mundo que no se dio cuenta de que la llamaban varias veces. Fue solo cuando sintió un toque en su hombro que la hizo volver a la realidad, provocando que dé un salto asustada, soltando un puñetazo al aire. Mitsuya estaba detrás de ella, sonriendo ante la reacción de la chica y sosteniendo su brazo para evitar que lo golpeara.

—Takashi, lo siento mucho —dijo ella, mientras el mayor aflojaba su agarre y la soltaba—. Casi te golpeo.

—No te preocupes, fue mi culpa. Debería haber supuesto que reaccionarías de esa manera —respondió él, dirigiendo su mirada hacia abajo, donde estaban sus hermanas.

Ambas niñas estaban esperando pacientemente a que Dai las mirara para poder saludarla. Estaban emocionadas de conocer a una amiga de Mitsuya y que las acompañara al kinder. La menor, al darse cuenta de que ahora la atención de la rubia estaba en ellas, se acercó rápidamente y la abrazó, seguida por Luna. El gesto cálido y espontáneo de las niñas hizo que Dai se sintiera bienvenida y querida en ese nuevo entorno.

Las pequeñas hermanas Mitsuya habían extrañado a Dai tanto como ella las había extrañado a ellas. Separándose del abrazo, Dai examinó las expresiones sonrientes de las niñas.

—¡Sí! —dijeron las hermanas Mitsuya al unísono, lo que provocó otro abrazo entre las tres.

Después de dedicar unos minutos a prestar atención a las pequeñas, Dai continuó caminando junto al trío de hermanos que se le habían acercado, con Luna y Mana en el medio de los dos mayores.