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Taki arrastraba a un Gaku que movía los brazos a la par de la canción que sonaba en el boliche, atrás de ellos iba Maki que cantaba a todo pulmón con Harua empujándolo por atrás diciéndole que se apurara, al final de todo iba un Yuma malhumorado que claramente no quería dejar el boliche por nada del mundo, pero Harua ya le había agarrado del pelo y no quería que lo hiciera otra vez.

— ¡La con-! —Taki se quedó callado cuando se dió cuenta que estaba a punto de putear a un flaco que le sacaba una cabeza de estatura.

— Perdón, loco, no te v- ¿Taki?

La que lo parió.

Taki se dió la vuelta rápido, empujando a Gaku para que escaparan de ahí, pero ya los habían visto. Era claro que no iban a poder zafar.

Harua, por otro lado, se chocó con la espalda de Maki que estaba siendo empujado por Gaku —quien, a su vez, era empujado por Taki—, les gritó qué estaban haciendo pero no recibió ninguna respuesta. Y cuando se dió cuenta, era él quien estaba empujando a alguien más.

— ¿Se estaban queriendo escapar?

Ay no.

Era Fuma.

Harua sintió cómo estaba poniéndose pálido en ese momento. No le había podido responder el mensaje que le mandó, sabía que mentirle a su tío era algo que le costaría horrores, pero pensaba hacerlo al día siguiente cuando ya estuviera un poquito más listo.

— ¿Me pueden explicar qué carajos hacen acá? —Kei apareció atrás de Taki, mirando al último mencionado. 

— ¡Tío Fuma! —gritó Maki, tirándose casi encima de Harua para intentar abrazar al mayor—. ¿O no que Harua hace más linda pareja conmigo que con Yuma?

— No me digas Tío, pendejo —Fuma miró con mala cara a Maki, que con el pedo que tenía no hizo más que reírse—. Y vos vení acá, ¿desde cuándo no me haces caso, nene?

Harua se acercó a Fuma con la cabeza agachada, sin poder mirarle a la cara. Sabía que estuvo mal, su tío siempre les daba mucha libertad tanto a él como a Yejun, se aseguraba de estar para ellos en todo momento y de brindarles la confianza para que pudieran contarle todo, pero ahí estaba él rompiendo esa confianza por querer experimentar algo de adultos.

— Yo no sé qué tengo que hacer con vos, Taki, ¿mandarte con tus padres otra vez? —Kei estaba retando a un Taki que miraba a todas partes menos a su mayor, con los ojitos lagrimosos.

— ¡Ay, Hayate dejá de tirarme la oreja! —gritaba Yuma, tratando de empujar a Hayate.

— ¡Eso te pasa por portarte mal! ¡No tenés cinco años para no entender cuando te dicen que no, Yuma!

Por otro lado estaba un Euijoo totalmente en pedo abrazándose al cuello de Nicholas, con los ojitos cerrados tratando de que se le fuera el mareo.

— Nicho dejá de tocarme el culo —dijo Euijoo de la nada.

— ¿Qué? No te estoy tocando el culo yo.

— ¿Y entonces quién va a ser?

Cuando todos se dieron cuenta, Nicholas había dejado a Euijoo en los brazos de Junwon y se había tirado encima de un chabon para meterle una piña.

NEIGHBOUR. &audition auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora