Venganza

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Estaba tan impactado, Alan no era el asesino, todos temían, es muy difícil estar solos y es más difícil si el asesino está con nosotros; no sabia que hacer, observaba a David y creo que estaba a punto de hacer una locura, mejor me fui con él y lo abrase, el solo se quedaba mirando a lo lejos, sabía que se sentía culpable, lo único que quedaba era buscar al asesino.

Vi a David, se movió de mí y grito hacia nosotros con una cara de enojado.

-¿Dónde estás? Sal y mátanos, ven quien sea de nosotros, maldito enfermo.

Yo lo agarre por la espalda y le dije:

-cálmate, tal vez juega con nosotros, tal vez solo quiere que pensemos mal de nosotros.

El me quito bruscamente, me dio un puñetazo y nos dijo:

-¿Y cómo supo lo de Alan?, ¿cómo pudo matar a varios sin darnos cuenta?, eso significa que esta entre nosotros y en cualquier instante nos matara, mejor me voy a donde sea, buscare al conductor y me iré.

Él se fue en el bosque, yo lo seguí, no podía dejar que se fuera solo, él no me dijo nada, los demás también vinieron con nosotros; David no dijo nada en todo el camino, caminamos sin rumbo por horas, estaba casi seguro que eran las dos de la mañana, voltee hacia Claudia, se notaba que tenía mucho frio así que me dirigí a ella, me saque mi sudadera y se la di, ella solo sonrió y me abrazo.

David nos interrumpió riéndose:

-tenía que pasar todo este desastre para que se gustaran, ¿sabías que estaba enamorado de ti desde que comenzaron las clases del primer año?.

Claudia se sonrojo tanto y todos se reían de mí, fue vergonzoso, pero ya me daba igual, estaba con Claudia y eso es lo único que me importaba.

David se paró como que si algo presentía, nos miró a todos y nos dijo:

-¿escuchan algo raro?

Todos nos mirábamos con angustia, David se le miraba alterado y calló; escuchamos un quejido en la parte de atrás así que volteamos.

Era Alan tomado a Karla, se veía furioso, miro a David y le grito:

-¡Ahora si soy un asesino! En eso me convirtieron ustedes, me abandonaron, lo pagaran todos y más tu David.

Vi como la sangre salpico mi cara, Alan mato a Karla, le atravesó una vara en su riñón, lo peor de todo es que siguió apuñalándola, volteo hacia nosotros y corrió a agarrar a más de nosotros.

Yo corrí con los demás pero Alan pudo agarrar a Cesar, no quise voltear a ver eso, era seguro que moriría, solo seguí corriendo de enfrente con Claudia siguiendo a David.

Desde lejos podía escuchar gritos, Claudia solo lloraba pero seguía corriendo, no podía soportar todo esto, estaba empezando a agitarme. Después de correr tanto me detuve.

Voltee hacia atrás, que rápido fue todo esto solo quedaba José, Jaime, Sandra, Claudia, David y yo, no podíamos ver a nadie más, lo bueno que tampoco a Alan, nos empezamos a tranquilizar, tome mucho aire, Claudia estaba muy desesperada, bueno, todos lo estábamos.

David se veía calmado, solo un poco desesperado, siguió caminado, pero lo detuve, le quede mirando y le dije:

-¿A dónde iremos?, ¿no sabes si es por ahí? O ¿Cómo lo sabes?

-Da igual por donde vayamos es mejor que quedarse aquí parados esperando al psicópata de Alan y además siento que es por aquí.

No le dije nada solo seguimos caminando pero lentamente, Claudia se quitó mi sudadera.

Mejor le pregunte como estaba.

-Claudia... ¿estás bien?

-algo-contesto ella

-si salimos de esta ¿crees que podríamos estar juntos?-dije con miedo

Con voz seria dijo -no sé, no pienso esto ahora, lo único que quiero es salir de aquí, después...no se.

La abrase y seguimos derecho, Sandra nos dijo con voz chistosa:

-oye Esteban es mi amiga no te la quedes para ti solo.

Le sonreí y dije- yo no la tuve por 3 años ahora es mi oportunidad.

Contesto: -para que no aprovechas....

Un palo atravesó la pierna de Sandra, Claudia grito y todos ayudamos a Sandra, entro muy profundo ese palo, entre tantos gritos de Sandra escuchamos una voz burlona a lo lejos; era Alan gritando.

-Mierda yo quería darle a David, disculpa Sandra.

Mierda pensé yo, era el loco de Alan desde lejos, todos nos asustamos levantamos a Sandra y salimos corriendo; se podía escuchar las carcajadas de Alan diciendo:

-corran, se ve divertido, ahora entiendo porque el asesino le gustaba jugar con nosotros.

En ese momento me quede pensando, ¿Por qué aun insiste en que él no era el asesino?.

José grito de alegría, voltee hacia enfrente... por dios era el autobús, mis ojos se iluminaron de alegría, podía sentir unas lágrimas saliendo de mis ojos.

La esperanza permanecía entre nosotros, podremos escapar de este infernal bosque... o no.

Los Bosques De Color RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora