Una vida diferente

Chapter 89: Despertar

"Estaba lleno de cosas que perdí, dejandome solo y asustado."Personaje hablando.

"Incluso aunque siempre pensaba que era más fuerte."Personaje pensando.

"Yo siempre pensé que era más fuerte que cualquiera."Biju hablando.

"Por favor basta.. Detente por favor.."

Rhena no sabia cuando todo había salido mal ese día. Todo había empezado normal con ella trabajando para la arpía de Caroline Cordovin hasta su horario base y luego se fue lejos cosa que a la anciana le desagradaba pero eso no le importaba, su salud metal era más importante que el dinero había pensado ella a pesar de que muchos de sus compañeros pensaban lo contrario y se quedaban por sus propios motivos en el trabajo incluyendo a una de sus amigas más cercanas, sea como sea, ese día había abandonado la base de Argus y antes de llegar a su hogar justo cuando estaba buscando las llaves de su casa en su bolsillo sintió un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza y entonces todo se volvió negro..

Cuando despertó se encontró desnuda y atada a la pared con su hija de quince años igual de desnuda y atada a la cama con cinta adhesiva en la boca que le impedía hablar, ella misma había tenido cinta adhesiva en su boca hasta que llegó el responsable.. El monstruo con aspecto humano que no tardo en quitarle la cinta de la boca luego de amenazarla con matar a su hija si se atrevía a gritar o levantar demasiado la voz, sin poder hacer nada había obedecido y contestado las preguntas del secuestrador que mostró obvio disgusto por sus respuestas. Tanto disgusto que llegó tan lejos para golpearla en la cara y en el estómago con cada verdad que decía pero ella no tuvo el valor para gritar por temor a lo que ese loco pudiera hacerles.

"Todos contestan igual.. Todos dicen lo mismo.. Me tiene harto.."Gruñó agarrando la espada que tenía en su espalda la puso en la garganta de la pelinegra."Un rubio de ojos azules, Uzumaki Naruto, y una chica de cabello negro, Ruby puta Rose, donde están!?"Grito enojado en la cara de la mujer.

"P-por favor n-no me hagas daño.."Suplico Rhena con lágrimas en los ojos.

"Respuesta incorrecta."Se burló presionando la punta de la espada contra el cuello de la mujer antes de que sus ojos brillarán con locura."Por otro lado quizá pierdo mi tiempo... Debería hablar con tu hija ahora mismo."Dijo el hombre guardando su espada detrás de su espalda se acercó a la maniatada chica que estaba atada a cada vértice de la cama.

"¡Mmhggrr!"Grito la chica que era una joven pelinegra viendo con horror al adulto que se subió encima de ella.

"¡Aléjate de ella por favor!"Grito Rhena obteniendo una mirada enojada del hombre.

"Otro grito de esos y voy a matar a su preciosa hija frente a tus jodido ojos puta."Escupió con desprecio pasando su mano izquierda por el abdomen de la joven."Todos ustedes responden igual.. 'La última vez que los vimos fue cuando atacaron la base de Argus, todo está en las cámaras'"Se burló con cinismo recordando las respuestas.

"Creen que perdería mi tiempo con ustedes, basuras, si no supiera que están aquí? Alguien los está escondiendo y voy a saber quien."Juro el hombre bajando sus pantalones y sacando su pene para el horror de ambas mujeres.

"¡No por favor!"

"¡Mmmmhghrr!"

"Voy a preguntarles una última vez perras!"Grito lleno de locura poniendo su pene en la entrada de la vagina de la joven que se removia de un lado a otro tratando de safarse."¿¡Dónde está la chica de ojos plateados!?"Preguntó dándole una fuerte cachetada en el rostro a la chica que se callo al instante.

"¡Detente! ¡No le hagas nada! ¡Hazme todo a mi por favor!"Grito la madre preocupada y horrorizada pero se detuvo al ver la mirada asesina que le estaban dirigiendo."Yo.. Si.. Ojos plateados.. Ojos.. Plateados.."Repitió Rhena en voz baja con horror y el ceño fruncido tratando de recordar cualquier cosa que pudiera salvarlas a ella y a su hija.