Xiao es el futuro Rey de chonquing, es un niño solitario qué vive en el castillo con sus Padres, tiene 6 años, sabe que es un príncipe, por el cumpleaños de su madre quiere cortar unas rosas blancas y regalársela, pero en el río conocera al pequeño...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No iba a ser miel sobre hojuelas, la diferencia es que antes el Príncipe sólo veía a Yibo y a nadie más, esos días hablaron de muchas cosas, de sus sentimientos, pensamientos, para Yibo era muy importante que antes de salir al mundo normal Xiao viera al psicólogo, sino no saldrían después de todo lo que supo y vio era necesario.
Xiao: Saldremos poco a poco los dos, sólo será contigo cuándo lo haga, entonces mañana veremos a papá y a mi primo Wen, es una lástima que no podamos hablarle a mi madre todavía, la extraño muchísimo.
Yibo: Podemos hablar con mis Padres, quiero que te vean, sólo será un momento, ellos también han estado muy preocupados por todo lo que pasó.
Xiao: Claro que si, quiero verlos.. Lamento todo lo que sufrieron viéndote mal por mi culpa, se que ellos entenderán.
Yibo: Hizo una video llamada, las sonrisas no paraban y el llanto tampoco, Han no pudo evitar las lágrimas y Mao tampoco.
Han: Xiaoooo estoy feliz de verte al lado de mi hijo, parece un sueño, te mando un abrazo enorme, pronto te veremos.
Mao: Nuestro principe hermoso, cuidate mucho y come bien, has feliz a mi hijo y no se separen nunca, Yibo no puede vivir sin ti..
Xiao: Los extraño mucho lloraba de la emoción, verlos llena mi corazón, los quiero mucho y siempre serán cómo mis segundos padres, por favor si llegan a hablar con nana díganle qué la amo muchísimo.
Mao: Nana siempre te esperara, ella ha sido quien ha estado con tu madre para ayudarla en todo, no ha dejado qué caiga y hace que coma y se despeje, ellas están bien.
Xiao: Muy pronto los veré y no se preocupen por Yibo aquí está a mi lado, lo abrazó.
Yibo: Los amo mucho, gracias por no dejarme en los momentos más difíciles, muy pronto estaremos en china, colgaron la llamada y se abrazaron por un largo tiempo.
Llegó el psicólogo antes de que salieran al mundo real, hablo con Xiao sobre los miedos desarrollados, esa visita le ayudo mucho en todos los aspectos, hablar lo qué sentía en estos momentos y haber recuperado al amor de su vida, tenia que salir gradualmente y tratar de no atirrobarse de mucha gente, le dio pastillas por si se le daba fobia, le dio indicaciones a Yibo por cualquier cosa y se despidieron, aunque lo vería en más ocasiones.
Yibo: Escuche que venden unos postres muy deliciosos aquí cerca, quiero llevarte aunque hace algo de frio, saco una chaqueta y se la puso a Xiao y también un gorro negro, después el hizo lo mismo.
Xiao: Había decidido ya no decirle palabras de amor, así qué le decía Yibo, se la iba a poner difícil de ahora en adelante, sentían qué lo miraba con ojos diferentes a los de un amigo.
Yibo: Estamos listos, salieron y aun qué hacia más frío del qué pensaban no había mucha gente afuera, entraron a la cafetería y se sentaron cómo si fueran una pareja, bueno a los ojos de los demás lo parecían.
Xiao: Esta muy lindo éste lugar, yo quiero un tiramisu y un café negro, le dio un sonrisa, realmente sólo tenia la mirada en Yibo y nadie más.
Yibo: Claro ya viene el mesero, toco las mejillas de Xiao qué estaban frias, pero noto que varios chicos veía a Xiao y eso no le pareció en absoluto, realmente al venir de la realeza china sus facciones eran exquisitas, era realmente guapo.
Mesero: Buenas tardes ¿Qué les ofrezco?
Yibo: Un tiramisu, un pastel de Zarzamora y también un pay de guayaba, serian dos cafés con leche, miro a Xiao, te hace mal el café negro.
Mesero: Perdón por mi atrevimiento, volteó con Xiao, pero parece un muñeco de porcelana, es muy guapo.
¿Es usted modelo?
Xiao: No se preocupe, no soy modelo, soy pintor, se sentía incomodo ante las miradas.
Yibo: Guauuuu hasta el mesero te coquetea, nunca saldrás sólo, estaba qué reventaba del coraje, los celos ya sobre pasaban sus limites.
Xiao: Yibo tengo claro que no somos novios, así qué cualquier persona puede decirme lo que quiera, mientras no me falten al respeto.
Yibo: Ahora soy Yibo... Es obvio que eres muy guapo, pero la gente en china no es descarada, somos muy respetuosos, seguía diciendo en sus pensamientos, es sólo mio.
Xiao: Quiero un panecito con mantequilla, lo señaló para que se lo hiciera y le dio una gran sonrisa, cuándo fuera novio de Yibo....
Sabía que lo sería, más pronto de lo que lo pensaba, lo podía ver en sus ojos, lo amaba con locura, pero no daría ningún paso, que le costará celos y enojos.
Yibo: A mi príncipe lo que quiera...
Xiao: Entonces, cuándo tenga pareja, tendrás que ver si es adecuado para mi? Verdad
Yibo: ¿Qué dices? Escuche bien acaso
Xiao: ¿Quieres que me quedé sólo?
Yibo: Me tienes a mí, no soy suficiente
Xiao: Yo quiero ser amado, vaya otro tipo de amor, tu me entiendes o quieres que te explique lo que busco.
Eso era verdad, xiao muchas veces lo escribió en su diario, quería amar y ser amado, sentir esa sensación magica, estaba enamorado y aunque su anhelo era qué fuera Yibo...
Yibo: Se quedo asustado ante sus palabras, eso era verdad, así lo había leído en su diario, soñaba Xiao con ser amado y ser esa persona especial.
Había leído tantas historias y cuentos qué quería todo como un cuento de hadas, quería ser quién le diera todo.