Ghostface || Hyunin

Killing for you

ADVERTENCIAS: Las mismas de las partes anteriores y daddy kink, breeding kink y descripción gráfica de muerte.

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La policía había entrado al salón a primera hora interrumpiendo el examen de matemáticas y estuvieron hablando por pocos segundos con la profesora que parecía asustada al verlos, la verdad nunca era bueno ver a la policía irrumpiendo en algún lugar pero en las circunstancias actuales, se sentía más grave. Todo el salón se tensó y dejaron de escribir mientras observaban a los adultos conversar.

La profesora asintió a algo que le dijeron y después se giró mirando al omega que permanecía atento.

—Jeongin, acompaña a los agente. Puedes retomar el examen en la siguiente hora. —los murmullos fueron inmediatos.

Jeongin asintió y se levantó en silencio ignorando las miradas preocupadas de Seungmin y Jisung.

En la puerta lo esperaban los mismos agentes que lo habían entrevistado hace dos días. 

Caminaron en silencio hasta la oficina del director, esta estaba vacía.

Jeongin se sintió diminuto encerrado junto a ambos alfas.

—¿Todo está bien? —preguntó con timidez.

Ambos compartieron una mirada antes de que Bang suspirara y abriera una carpeta enorme.

—Jeongin, ¿donde estabas ayer entre las 8 y 2 de la noche? —preguntó directo.

Jeongin lo miro confundido.

—En mi casa, ¿por que?

El ambiente era pesado y él omega se empezó a sentir incómodo antes las intensas miradas.

—¿Hay alguien que pueda comprobarlo? —preguntó esta vez Seo.

Él parecía casi hastiado de la situación como si fuera una pérdida de tiempo, muy diferente a su jefe, Bang.

—No lo sé uh yo... ¿Que está pasando? —tartamudeó. Apretó sus manos juntas, sentía como empezaba a sudar frío.

Agradecía que ambos oficiales usaran supresores porque el lugar empezaba a sentirse tan pequeño y cada vez le costaba más respirar con normalidad.

Bang parecía que hablaría pero el otro oficial lo interrumpió, apoyando sus dos manos en el escritorio frente a Jeongin y con su rostro un poco cerca del nervioso omega.

—Es mejor que empieces a colaborar, Jeongin. Y omite las mentiras, no servirán de nada dadas las pruebas.

—Creo que no entiendo de que están hablando. —parpadeó preocupado.

—No te asustes, Jeongin. Ayúdanos para que podamos ayudarte, puedes verlo como una entrevista de rutina. —Bang le sonrió amable. —Tomate tu tiempo y respira.

Jeongin recordó lo que Hyunjin le había dicho antes por si algo así volvía a pasar.

—¿No se supone que no pueden interrogarme a solas siendo menor de edad?

Ambos alfas guardaron silencio.

—Solo es una entrevista, no diríamos que es un interrogatorio. —dijo finalmente el oficial Seo.

—Me sentiría más cómodo con alguno de mis responsables aquí. —respondió de igual forma.

—No es-.

Chan asintió interrumpiendo al otro alfa.

—Está bien, puedes llamar. Esperaremos.

Jeongin salió de la oficina y sacó su teléfono, y tratando de controlar sus manos temblorosas llamó a Hyunjin. Su madre no le hablaba desde aquel día en la estación. Temía que no le respondiera. Pero no importaba, su alfa nunca lo hacía sentir solo.