Don't leave me | ᵀᴷ

⁰³ | All for you.

Abrió sus ojos con dificultad, sintiendo la pesadez de sus párpados, y jadeó. Su cabeza dolía inmensamente, intentó llevar su mano hacia la zona afectada, sin embargo, no logró siquiera extenderla, removió su cuerpo, sintiendo extrañeza por la dureza de la superficie en la que estaba recostado, entonces, abrió sus ojos rápidamente, gruñendo cuando una escasa gota de luz le golpeó directamente.

—¿Qué... mierda? —Murmuró. Lentamente comenzó a levantarse, aún sintiéndose desconcertado, parpadeó un par de veces hasta que consiguió enfocar su visión en la figura situada frente a él.— ¿Taehyung, que...?

—Jungkookie, me prometiste que no lo harías otra vez. —Taehyung extendió la cabeza amputada de Harin hacia Jungkook, sosteniendo la misma desde el cabello mal cortado.

La expresión del cadáver reflejaba todo lo que había sufrido antes de terminar en ese estado tan asquerosamente deplorable. Tenía ambos ojos mirando hacia arriba, inconscientemente, claro está. Su boca estaba abierta, y su mandíbula se movía de lado a lado conforme seguía los movimientos de la mano de Taehyung, de la parte inferior de su cuello violentamente desgarrado, escurrían algunas gotas de sangre, y, a pesar de que el sótano era bastante oscuro, se podía ver claramente la carne rojiza y una parte de su tráquea blanquecina. Su piel estaba desgarrada, como si prácticamente le hubieran arrancado la cabeza de un fuerte tirón.

Jungkook puso los ojos en blanco, restándole importancia a la situación.— La perra se lo merecía.

Vio a Taehyung dejar caer la cabeza hacia el suelo para posteriormente patearla unos cuantos metros lejos de ambos, dejando a su paso una línea sangrante.

Jungkook se removió al sentir su cuerpo con una extraña pesadez que le impedía moverse con libertad. Observó con el ceño fruncido sus muñecas, percatándose que éstas estaban atadas entre sí con una cuerda, al igual que sus tobillos, y forcejeó, intentando quitárselas mientras maldecía entre murmullos, puchereó como un niño consentido cuando no logró su cometido, entonces miró desafiante hacia su marido.

—Suéltame. —Ordenó secamente, manteniendo esa mirada amenazante. Taehyung negó acercándose a él con sutileza.

—No lo haré hasta que me prometas que no te irás de mi lado. —Jungkook bufó, no creyendo el cinismo del hombre.

—Jódete, Taehyung. —Escupió herido, su corazón dolía pero su cabreo era incontrolable, ¿Le había fallado de la peor manera y aún así planeaba seguir manteniéndolo a su lado? Tenía que ser una maldita broma de mal gusto.— Tú mandaste a la mierda nuestro matrimonio por tu estúpida calentura, y no puedes hacer nada para arreglarlo. —Le dijo mientras le desafiaba con la mirada, observándolo demasiado fijo, queriendo tocar en él, una fibra sensible.— En cuanto me sueltes me largaré de aquí.

Taehyung bajó la cabeza durante algunos segundos, maldiciéndose por todo lo que había causado, pero aún así, y siendo egoísta, no quería que su amado Jungkook se fuera de su lado, podría sonar irónico, pero él lo amaba con locura. No podía imaginarse una vida sin el castaño.

Podía ser un poco muy codicioso, o quizás demasiado amoroso, no lo sabía exactamente, pero lo que sí sabía, era que quería tener a Jungkook consigo toda la vida, no importaba si eso implicaba prohibirlo de lo más importante que pudiera tener; su libertad.

Sí, era un egoísta de mierda, acababa de confirmarlo.

Un egoísta enamorado.

—Entonces no me dejas otra opción... —Le susurró entre una cálida sonrisa, aquella sonrisa cuadrada que enamoraba cada vez un poquito más a Jungkook. Llevó su mano a acariciar el cabello de su chico, sintiéndose herido cuando éste le apartó.— No voy a soltarte nunca. Si mantenerte atado me asegura que no te irás de mi lado, entonces eso haré.