Don't leave me | ᵀᴷ

⁰¹| Truth, tears and revenge.

De nuevo la voz melodiosa de la mujer en la contestadora es quien le responde, anunciando que su prometido no se encuentra disponible.

O al menos no para él.

Observó el teléfono con decepción, suspirando pesadamente, y cabizbajo lo guardó en el bolsillo de su pantalón mientras trataba de poner la expresión de tranquilidad más falsa jamás vista. Estiró sus labios en una cruel sonrisa, obligándose a aparentar falsa felicidad, y la falsa sonrisa se expandió cuando vio acercársele a uno de sus compañeros. Un rubio de baja estatura muy bueno en el baile, e instructor principal en aquella academia en donde él también formaba parte.

—Otra vez no vendrá por ti. —Jimin le dijo, sonando más seguro que curioso. El rubio le vio bajar la cabeza, aun así, su sonrisa no desaparecía. Era como si estuviera tatuada en su rostro, tan mecánica, tan ajena.

—Seguramente está en otra reunión, sabes que los proyectos para los universitarios están cerca. —Excusó susurrante.

Jimin formó una mueca de desagrado, pues él, al igual que todos los que rodeaban a Jungkook tenían las mismas sospechas, y es que era evidente, ya que Taehyung ni siquiera era disimulado ante las miradas lascivas hacia algunos estudiantes, aún así, parecía que Jungkook era el único que mantenía esa venda en los ojos, venda puesta y retenida por él mismo.

Como si quisiera obligarse a no ver la realidad.

—Tus alumnos te esperan. —Fue lo último que dijo antes de retomar sus actividades. Jungkook apretó los dientes ocasionando que su mandíbula se marcase, y a pasos lentos caminó en dirección a sus alumnos, tratando de verse lo más tranquilo posible.

—Jennie, los movimientos de los brazos deben ser más delicados. —Jungkook explicó, su alumna acató la orden, tratando de mejorar sus pasos para la coreografía. Observó a sus alumnos bailar animados mientras él los acompañaba marcando el compás de la canción con sus palmas.

Sin embargo, su mente no se encontraba del todo en el lugar, su cuerpo podía estar presente, pero sus pensamientos divagaban entre las profundidades de la incertidumbre mientras las sospechas eran su fiel compañía. Entonces los pasos y risotadas de sus alumnos lo sacaron de su ensoñación, parpadeó un par de veces tratando de regresar a la realidad. Vio como la mayor parte de su clase recogía sus cosas dispuestos a marcharse, todos se despedían de él con una gran sonrisa, la cual era correspondida. Sacó su celular y observó la hora, posteriormente su mirada viajó al gran ventanal que le daba acceso a la calle levemente oscura debido a la tarde que comenzaba a llegar, sin embargo, no vio el auto negro que tanto había estado esperando.

—Instructor Jeon. —El aludido volteó en dirección a la voz de la fémina y le sonrió, invitándole a proseguir.— Hum, me preguntaba si... —Jennie infló sus mejillas, viéndose delicada y sumisa mientras inclinaba su cuerpo en un vaivén desesperado, pareciendo ansiosa.— Bu-Bueno yo quería saber si-si su esposo vendría hoy por usted.

Jungkook levantó una ceja, sintiéndose curioso por la peculiar pregunta, y los gestos corporales de la chica lo tenían aún más confundido.

—No. —Negó frenéticamente con la cabeza.— Regresaré solo hoy. —Jennie bajó su cabeza, viéndose decepcionada, abultó sus labios y terminó levantando los hombros, restándole importancia a la situación.

—Ya veo. ¡Regrese bien a casa, instructor! —Se despidió moviendo sus manos de un lado al otro, y le sonrió de una manera extraña, era una sonrisa que no podía describir, pero se veía burlesca, era como si Jennie se estuviera burlando de él en su propia cara.

—Podría acompañarte hoy. —Jungkook volteó, encontrando a Eunwoo y su carismática sonrisa, y aquel brillo en su mirada, que solo aparecía cuando Jungkook estaba cerca, sin embargo él parecía no notarlo.