Capítulo 3 : tropiezos

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Una papita en el suelo, el bocado de los dioses atrajó su olfato y cayó en la trampa, el hambre poderosa libró sus ataduras y el pilar de madera se vino abajo aplastando a los piratas de Buggy como insectos en un parabrisas. El pequeño diabloomió su papita gustosamente pero se desanimó porque sus compañeros de juego se durmieron profundamente, respetaba el hecho que descansaran sin embargo sentiría aburrimiento estando solo.

«Descansen chicos, otro día vendré y la diversión se cuadriplicará, se los prometo ¡Hare Yare Gare!»

Aún conciente, muy lastimado e inmóvil el antiguo pupilo de barba blanca instigó al enano de comportamiento soso con el fin de mandarlo a su destrucción y sobre todo fuera de ellos.

«Chiquitin, eres el mejor jugando, nosotros nos rendimos, mereces un premio muy especial, es más el premio está más cerca de lo que crees»

El incauto se emocionó y con furor rodó por todo el suelo.

«¡Premio, premio, premio! ¡Que será! Una pelota de basketball, galletas de chocolate o quizá una bala de cañón, Señor payaso por favor dígame»

Sonriendo maliciosamente el payaso le reveló la ubicación.

«¿Ves ese tubo de color negro? Es nuestro columpio, simplemente ingresa ahí y el premio saldrá cuando menos lo esperes»

El payaso logró su cometido y el invitado de honor salió expulsado del cañón en una bola de calor, riéndose inmóvil le deseo la peor de las suertes.

«Buen viaje amiguito, nos vemos en el otro lado de la ruta marítima, la tumba de piratas JA JA JA JA JA»

El proyectil viviente gritaba eufórico, alzó su brazo siguiendo el trayecto lleno de adrenalina.

«Que amable ese payasito nariz azul en regalarme un paseo en el aire, vuelo como Superman»

La cola se le consumió repentinamente como una mecha y su torso se cocinaría en un trozo de leña si no se libraba de las llamas.

«¡¡Auxilio, me quema el cogote!! tendré que morderme la cola si no hay salida»

Una de sus brillantes ideas alumbró su cerebro.

«Ya sé, bendito sea el que creó este nectar de los dioses»

Extrajo una cajita de leche de su bolsillo.

«La leche es líquido, esto me servirá»

Se tomó todo el jugo de calcio y se comió la caja de cartón.

«Ahhh, que refrescante...la leche me ayudarà a pensar en un plan»

A unos metros de su aterrizaje final, intentó elevarse con el sorbete de la leche como último recurso, obviamente un intento inútil, el fin de su estancia en el mundo culminaría en 10 segundos.con su último aliento gritó.

«¡Quiero otra cajita de leche!»

Cerró los ojos ante su irremediable destino fatídico...

La señal fortuita de enhorabuena, amortiguaron su caída y nisiquiera dijo por favor.

«Estuvo cerca, chicos dinosaurio, muchas gracias de verdad, les estaré eternamente agradecido»

Los chicos dinosaurio, se enfurecieron y lo sujetaron de la cola boca abajo y en desición unánime acordaron llevarlo con su jefe.

Ya en presencia del capitán de los dinosaurios azules, es tirado al suelo de un empujón. El temido hombre tiburón que lideraba esa zona interrogó al que consideraba un miembro de su especie.

«¡¿Cuál es tu propósito niño gyojin?! Este no es un parque de diversiones, es la base privada de los piratas ¡¿Pretendes unirte a nosotros o qué?!»

El forastero pueril respondió a las dudas sin plantear nada.

«Un payaso en un barco y sus amigos jugaron conmigo hace poco, me amarraron a un poste, me quitaron mis papitas fritas, sobró una y la tomé, ellos se durmieron debajo un pilar, el payaso me otorgó un premio y salí volando»

El primer comandante no se tragò la historia, la catalogó una falta de respeto grave y reaccionó de forma ácida.

«No te burles del Señor Arlong y de nosotros, enano intrigante ¡¿Nos viste cara de payasos?! Debería echarte a patadas en este instante»

El segundo capataz no contrajo el mismo disgusto por la criatura, su actitud reflejaba tranquilidad y compasión hacia él.

«Podrìa estar extraviado amigos, piensen en esa posibilidad, este pequeño es un gyojin y no es honorable atentar contra los nuestros»

El tercero se quedó cruzado de brazos con una expresión rígida.

«La última palabra la tiene el señor Arlong, el decide si lo castigamos o lo incluimos en el círculo»

El líder de la organización levantó la mano y su dedo erguido dictó el veredicto final.

«Tienen razón, no hay que juzgarlo apresuradamente, es uno de los nuestros, tampoco debemos creer ciegamente en sus palabras, es probable que juegue con nosotros, su destino lo decidirá en una prueba que determinará si es digno, de lo contrario será desterrado y cargará el peso de mi ira»

Saltando y rebotando, el chico amante de la diversión se vió interesado en la prueba ignorando que corría el riesgo de perder el pellejo.

«Jugar, jugar, jugar, yo quiero jugar jugar jugar ¿Señor dinosaurio jugará conmigo?»

Arlong responde asintiendo con la cabeza, chocando las palmas dió inicio al juego que decidiría si el pàrvulo entrometido se volvía miembro o perdía los suyos.

«¡Kuroobe, Chew, Hacchi! A la piscina,ya saben que hacer, no se contengan con el chico, si es verdad que molió una tripulación entera debería al menos aguantar medio round»

El trío privilegiado obedeció la orden y se sumergieron en el agua con el retador en brazos.

El hombre pulpo Hatchan, sosegado y sereno posicionó al niño gyojin en un coral.

«Mucha suerte hijo, empezaré con golpes básicos, confía en tus habilidades y sígueme el ritmo»

El varón pez Kuroobe no sucumbiò a sentimentalismos, avanzó con su primer movimiento arrancó un trozo de coral y lo pateó en dirección al oponente.

Cerebro de goma lo interceptó y rompió, sacó su pelota especial de magma para garantizar más diversión y envío el misil calórico a las tres desafortunadas personas acuáticas.

« Pateenla hacia acá si es que pueden chicos, me consideran un portero muy hábil así que defenderé mi territorio»

El balonazo colisionó causando una explosión de fuego bajo el agua, la laguna espectoró a los representantes más fuertes de Arlong, rodaban en la orilla desesperados como una babosa espolvoreada de sal.

Nadie se atrevía a poner una aleta en el agua en punto de ebullición, el canalla victorioso insertó sus garras afiladas en la acera del borde y se exhibió presuntuoso, su caminata lenta y amenazadora acarreaba el miedo de los residentes acuáticos, su voz se tornó áspera y dura.

«Señor Arlong, usted es el siguiente...»

Evidentemente el monarca no le pagaría pleitesía a nadie, endureció sus puños y los estampó un golpe furioso al muñeco de trapo, pisotón tras golpe los golpes salvajes de la supervivencia exprimieron la voluntad de su cuerpo para moverse.

El valiente o mejor dicho inocente y torpe chico lloró a mares producto de la golpiza y ni sus manos le respondían.

«Cuál es el problema Señor Arlong, yo solo quería jugar y usted me castigo sin motivo, es muy malo e impaciente buaaaaa»

Al capitán y los subalternos se les quebró los oídos, el llanto del nene se asemejaba a un zumbido intenso y constante en la oreja, el tiburón enojado golpeó el suelo impotente al no poder sobreponerse al ataque sonoro.

«¡Callen a ese engendro! Cosan su boca, amarren su tráquea, lo que sea, ¡DETENGAN ESE RUIDO INFERNAL!! Mis oídos no soportarán mucho tiempo.



BABY TOKKI TOKKI SPOOKY || (NAMI X OC) ONE PIECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora