Capítulo 1 : fuga

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Alguien entró a la habitación,  es nada más y nada menos que el pseudo salvador, aquel hombre benévolo que le salvó la vida y lo educó a punta de cinturón.

Lo dirigió a una carpeta dentro de una habitación oscura, se sentó en el banquillo de madera y bebió líquido transparente, juntó sus piernitas como un buen chico y se quedó estático, faltaban un par de horas para que lo dejaran salir al cuartel.

En tanto esperaba simuló ser  un pirata con fines de entretenimiento sosteniendo su espada firmemente y peleando con bandidos en su extenso mundo imaginario

Inesperadamente la palma del maestro  le retumbó la cara.

El maestro descubrió su travesura y se puso de tan mal humor que extrajo violentamente la silla del infante (quien aterrizó en el suelo adolorido) y se fué.

La expresión de aquel pequeñín era vacía y sin color, un zombie tenía más expresividad que él. Pasaban las horas el silencio del ambiente se alimentaba de la quietud del estudiante, un mudo hablaba más que él. Movió un dedo en el momento que le enviaron una bandeja de comida por debajo de la puerta, finalmente parecía mostrar movimiento facial, sus labios, dientes y lengua desanimados realizaban su actividad a paso de caracol, la masa extraña de harina que comía no ayudaba en lo más mínimo, el aburrido sabor no significaba nada para su paladar, trasladó el plato vacío devuelta al anónimo y continúo en su tarea de abrazar la nada.

Perdido en un laberinto de aburrimiento decidió acostarse en el suelo a contemplar el techo, contaba los días en el calendario, los platos corrientes en el restaurante gourmet de la vida, ocultaba su furia bajo una sábana de cero expresividad. El sabía que cualquier intento de huir era inútil, en el hipotético caso su cerebro diera luz un plan, los mercenarios del gobierno  fulminarìa su esperanza de vivir y su plan iría a parar al vertedero.

Unos minutos de rabietas y pataletas, sillas y mesas rotas después, hombres de la marina le suministraron una inyección de serenidad, con soga en cuello lo arrastraron y trasladaron a un centro de actividades recreativas. 

Una partida de damas chinas y un tasa de café "especial"  lo alejaba de todo instinto destructor y regresaba a su papel de manso, el manso e indefenso resultó ser más astuto que los depredadores sigilosos. Su plan de escape estaba casi completo, el guardia que lo vigilaba le permitió ir un paso adelante, una falsa alarma de epilepsia lo convenció y entró en pánico, el pequeño amante de la paz rocío un gas peculiar que bloqueó los sentidos del marino, le quitó la espada y con un encendedor de alta tecnología expuso el arma a un intenso calor de desierto y ejecutó una rotación de hélice tan potente que se elevó al techo y la onda de calor perforó el encarcelamiento.

«¡Libre al fin! ¡Soy libre! La luz del día, la extrañaba»

El ojo vigilante de los guardias y de un comandante no parpadeó ante el escape.

«¡Abran fuego! No escaparàs mounstro eres un peligro para el mundo entero»

La altura considerable del volador repelió las balas salvándose por un pelo

«Perdí a esos malvados, un golpe de suerte, finalmente comenzaré una nueva vida»

no obstante se encontraba suspendido en el aire a mil pies de altura.

«¡Ups! Una vida que no voy a poder vivir si caigo al suelo y me hago puré de pescado, ¡¡Camarones voladores!!»

La bala de cañón cayó a toda velocidad, tenía dos opciones una cita programada con la muerte o un encuentro espontáneo con la vida, una super caída horizontal a la cubierta de un barco aleatorio le propinó una serie de lesiones afortunadas pero todavía miraba la luz del sol o....

«¡Rayos de agua! Vaya pastelazo me dí, sin embargo aún vivo, si que si»

Detectó un olor desagradable a centímetros de él, esa peste a carne cruda le provocó una ligera náusea.

«Ha de ser un barco transportador de carne, deberían ser más higiénicos, esa carne lleva un tiempo descompuesta ¡Fuchi!»

Un rugido escalofriante lo obligó a voltear de inmediato, vió a los ojos a la misma muerte en forma de león, no obstante, el color peculiar de la melena del señor temido y respetado de la selva despertó una leve curiosidad en el intruso.

«Señor leoncito, que bonito color de melena tiene, es mi color favorito»

El felino súper desarrollado en total confusión puso ojos de platos, no comprendió la situación pero su apetito no conocía de razones y le engrapó una mordida en su cuerpecito. Los piquetes del depredador hicieron que el pequeño gritara y saltara llevándose involuntariamente al león, cayendo los dos de cabeza y clavàdandose en la madera. Les costó trabajo sacar la cabeza, la inercia los desorientó y bailaron break dance en pareja.

«Amigo león, tu competencia me gusta pero yo no cuento cómo objeto de mordedura»

Tipos con espadas y  acudieron al lugar del bullicio, los subordinados menores no dudaron en apuntar con sus espadas a la misteriosa criatura, un acróbata y un  abuelito muy delgado procedieron a interrogar con cara de pocos amigos.

«¡¿Qué eres tú pequeña bestia?! Sobre todo ¡¡¿PORQUÉ ROMPISTE LA CUBIERTA Y NOQUEASTE A RICHIE?!!»

«Es un gyojin, una persona pez, cuál será su propósito de invadir el barco, No parece intimidar a nadie»

El león se recuperó, al ver que la presa lo burló le entró ira pesada, se aventó a toda velocidad buscando apretarlo y dejar de agujeros su cuello, el  supuesto gyojin desconociendo el peligro al que se exponía sonrió y se colocó en punto de blanco esperando ingenuamente su muestra de afecto.

«Te perdono hermano !Ven abràzame! Un error lo comete cualquiera»

A segundos de ser cazado por la bestia , se le ocurrió eiminar su mal aliento.

«Primero limpiaré tu aliento gatito, tomara un segundo»

le aplicó directamente en la garganta una pastilla chiquita de menta súper refrescante  creyendo que solucionaría el problema, Richie detectó el horrible sabor, se tiró al suelo, rodó y se desmayó. A los ojos  de los tripulantes el débil pecesito humano derrotó al felino monarca chasqueando los dedos.

«La idea no era esa león, que tontito soy»

Los piratas soltaban comentarios de miedo y respeto ganados con credibilidad floja

«Ese Guerrero es impresionante, derrotó a Richie, sin moverse» «Yo no me metería con él» «Es el mismo diablo en el mar»

Al dueño del león poco o nada le importó la supuesta amenaza que representaba, cegado por su deseo de venganza, les ordenó combatir con él sin importar los riesgos.

«¡Qué hacen idiotas! Fileteen ese repugnante gyojin, no es ningún guerrero poderoso, Richie se confió, es todo ¡No lo ven, ciegos!»

BABY TOKKI TOKKI SPOOKY || (NAMI X OC) ONE PIECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora