Capitulo Único

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La alarma del celular está sonando.

Sabe que tiene que levantarse pero su cuerpo está pesado, le cuesta trabajo estirar el brazo para apagar el irritante sonido. Su cuerpo esta sudoroso y los ojos le duelen, la poca luz que entra de las cortinas es demasiado para él.

Cuando al fin logra quitarse la cobija y las sábanas, le da un escalofrío que lo obliga a abrazarse. Tratando de levantarse se sostiene de la cabecera para no caer, su cuerpo se siente débil y tembloroso. La cabeza le da vueltas y siente un mareo repentino. Trata de apresurarse para llegar al baño, cae de rodillas a la taza y comienza a vomitar.

No sabe exactamente cuanto tiempo duró, pero más de cinco minutos probablemente. Se levanta con mucho esfuerzo y comienza a lavarse los dientes, odia la terrible sensación en su boca.

Siempre ha sido una persona que casi nunca se enferma, en realidad, cuando eso sucede es principalmente por el estrés, cansancio o una sobrecarga de sus seis ojos. Odia sentirse débil y vulnerable, después de todo él es "El Mas Fuerte", y en este momento ni siquiera puede mantener activo el infinito.  

"Esto es una mierda..."

Sabía que había estado haciendo más misiones de lo normal, especialmente debido a las nuevas maldiciones, supone que también se debe a la enseñanza y los peces gordos lo que lo llevó a esto. La última vez que se había enfermado así, fue cuando Suguru se fue y después de su muerte (después de que él lo asesinó). Maldición, se siente sensible y su mente le trae recuerdos dolorosos y melancólicos.

¡Demonios, les había prometido entrenamiento a los chicos!

No le queda mucho tiempo (tampoco es que fuera muy puntual), le da nuevamente escalofríos, tal vez así se sienta mejor, a su mente le llega por fin algo útil porque recuerda vagamente a Shoko diciendo algo sobre hidratarse, así que eso hace.

Termina de tomar agua, Shoko había mencionado algo sobre sorbos lentos, se siente un poco mejor, lo suficiente para seguir en pie. De algo que estaba seguro era que su cabeza palpitaba y los ojos dolían demasiado. Tenía frío y su cuerpo aún se sentía débil, al menos podía mantenerse en pie sin importar el tambaleo o los temblores repentinos.

Duda si comer algo o no, pero las náuseas no se lo permiten. Revisa la hora y se da cuenta de que va treinta y cinco minutos tarde, tenia varios mensajes de sus alumnos (especialmente Nobara) por su tardanza. Da un suspiro tembloroso y con los ojos entrecerrados y doloridos busca su venda, la presión alivia un poco el dolor de sus ojos, aunque se siente asqueado debido al sudor, y la venda se pega, sabía que su piel es sensible, probablemente no tarde en darle una sobrecarga sensorial.

Sale de su habitación, asegurándose de que sus pasos y postura no levante sospechas, sabía perfectamente que estaba temblando y el sudor ya había dejado húmeda la venda, estaba pálido y sus mejillas sonrojadas, así que se puso un poco de maquillaje. Recordaba una de las veces que se enfermó, no tan malo como hoy, pero igual Suguru se encargó de cuidarlo. Malditos recuerdos estúpidos, espera no delirar o algo así mientras está con sus alumnos, especialmente Megumi, es demasiado observador.

Llega al punto de encuentro y les da una sonrisa forzada a sus alumnos a pesar de que incluso sonreír le era terriblemente agotador.

"¡Yo!" Saluda a los tres estudiantes.

"¡Llegas tarde!" Señala furiosa Nobara.

"Ah, unos minutos son nada." Habla despreocupado, sin pasar por alto la mirada que le da Megumi.

"Bien," Aplaude. "hoy vamos a hacer solamente entrenamiento físico, así que se enfrentarán a mí y tratarán de darme un golpe."

"Sensei." Levanta la mano Itadori.

Los Más Fuertes También se Enferman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora