Fiesta política

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Los minutos corrieron con rapidez, claro que el tiempo no parecía rendir cuando casi todos en el departamento intentaban arréglese, casi todos.

-Debemos interferir o alguna tragedia sucederá.- la voz de Hayley se alzó llenando el estudio donde se encontraban ella, Elijah y Jey.

-¿Cuando estamos debajo del ojo publico Hayley? No podemos.- Elijah contradijo, aunque sabía que si era necesario que la familia acabara con un pequeño aquelarre que había estado causando terror y muerte en un barrio de la ciudad.

-Tampoco podemos ignorarlo, yo lo resolveré.- la mayor expresó mientras leía los reportes de la policía, la situación se había tornado delicada, 3 mujeres asesinadas, adolescentes. -Ustedes pueden manejar la situación en Coyoacán, los alcanzaré ahí, no perderemos otra vida inocente de esta ciudad, no sin dejar en duda nuestro poder.- ordenó ella, sin dejar cabía a objeciones.

En la habitación contigua se escuchaban comentarios egocéntricos y un bullicio moderado, lugar donde la familia de vampiros acostumbraba salir a pavonearse y mirarse en los espejos antes de salir a alguna fiesta.

-Rebekah, dime lo guapo que soy.- Kol se miraba en un espejo, admirando su belleza mientras se acomodaba el moño de su camisa.

Mientras tanto la rubia estaba admirando su manicure, regalándole solo una mueca al vampiro original antes de hablar.

-Bueno Kol, sabes que no me puedes hipnotizar para decirte mentiras.- la respuesta de la rubia provocó risas en Klaus, quien solo negó con la cabeza.

-Bueno, no podemos comportarnos ni 5 minutos, ¿o no?- Hayley entraba en la habitación abriendo las puertas de par en par, devorando una manzana. -¿Y nuestras invitadas?- cuestiono mientras quitaba a Kol del espejo para mirarse.

-Caroline las está ayudando a arreglarse, siempre tan amable.- Klaus respondió mientras anudaba su corbata.

-Y hablando del diablo.- Kol dijo mientras la menor de la familia entraba en la habitación, saliendo de uno de los vestidores.

Detrás de ella salieron las tres hermanas Sanderson, luciendo vestidos de noche, brillantes y con sus colores característicos. A pesar de estar más 'actualizadas', la chispa que siempre habían tenido resplandecía en ellas.

-Tihuel tecuīlli, Kol.- Bekah le comentó al hombre quien miraba de forma constante a Mary, dándole un codazo para 'regresarlo' a la tierra, provocando una respuesta hostil que empezó como un empujón, pero antes de tener una retroalimentación Elijah interrumpió.

-Antes de que comiencen a golpearse el uno al otro tengo que recordarles que ya vamos tarde, debemos irnos ahora mismo.- ordenó el mayor mientras se daba una mirada en el espejo, aunque quisiera negarlo también era algo vanidoso.

-¿La señorita Mayaquen no vendrá con nosotros?- la pequeña voz de Sarah llamó la atención de Elijah, quien en un principio la miro por el reflejo del espejo.

-Mi hermana tiene algunos asuntos que resolver.- informó no solo para la joven bruja, si no también para sus hermanos. -Nos alcanzada allá, ahora si están todos listos, debemos salir ya.-

Aquel grupo de criaturas mágicas se dio los últimos toques, antes de salir hacia la sala y de ahí camino directo al elevador. Esa ocasión sería la segunda para las hermanas Sanderson en aquella enorme ciudad desconocidas desde que arribaron con sus ahora guardianes.

Así mismo, la luz del atardecer chocando con sus rostros era algo revitalizarme, luego de siglos en el más allá tener la oportunidad de vivir de nuevo parecía algo irreal, más aún en aquella ciudad tan grande y llena de vida. Y aun más en aquellas fechas, los colores inundaban, había flores plantadas en las avenidas, luces y varias personas que transitaban disfrazadas de catrinas, catrines y poco más.

It's just a little of Hocus PocusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora