Segunda Parte

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Seth no dijo nada ni siquiera cuando tuvo enfrente a su madre, o la que se supone era su madre. Ella se portó de lo más amable con él, le dolió un poco porque nunca había recibido esa atención cuando era niño y ahora siendo un desconocido lo trataba bien.

Por suerte, Coatlicue intervino por él, respondió a todo lo que le preguntaban. No era el momento todavía de revelar su identidad.

Los invitaron a pasar al gran salón donde Isis junto con Horus, Anubis, Neftis y Hathor ya estaban esperándolos. No había rastro de Osiris, pero eso alivio un poco al pelirrojo porque no quería verlo.

— sean bienvenidos, esperemos que su estancia en nuestro hogar sea de mucho agrado

Isis se acercó para hablar con Coatlicue, Neftis con Anubis invitaba al resto a probar los bocadillos que habían sido preparados para su degustación. Hathor parecía coquetear con Huitzilopochtli que no tenía el mínimo interés en ella, todos podían darse cuenta de que el dios de la guerra se estaba hartando de la diosa del amor, por lo que Maat fue por ella para apartarla.

— ¿Necesita algo, mi señor?

Nuevamente el dios, aún en su forma canina, estaba al pendiente de su señor, que estaba apartado de todos. En algún momento Nut se acercó para invitarlo a unirse con los demás, ahí fue donde el dios canino intervino dándole a saber que el señor del Mictlán era muy reservado y sólo hablaría cuando se tratara de asuntos importantes y al parecer eso fue suficiente porque nadie lo volvió a molestar, pero aún así, eso no evito que Horus no le quitará la mirada de encima, podía sentirlo, aunque claro no se acercó porque tenía a Xólotl a su lado.

Sin embargo, no tuvo tiempo para preocuparse por eso, porque fue cuestión de tiempo para que Osiris se hiciera presente y todos los dioses egipcios ahí reunidos lo saludaron tan felices de ver al antiguo rey de Egipto.

Le dio asco.

Osiris se acercó para mostrar sus respetos a su familia de Tenochtitlan, hubo un momento en el que casi arremete contra él por tomar la mano de Tonantzin y besarla. Si le hacía algo a su ahora madre le volvería a cortar en partes, pero está vez lo serviría de alimento a Xochitonal para asegurarse que no regresará del más allá.

— un gusto conocerlos, lamento mucho la demora

— descuide, nosotros también nos hemos demorado un poco, pero permita presentarnos. Ellos son mis hijos, Huitzilopochtli, Quetzalcóatl, Xipe Tótec y mis otros hijos que están alejados. — señaló a Xólotl y a Seth, por supuesto no dijo sus nombres. — son algo reservados, pido disculpas en su nombre

— entiendo. Después de todo tuve un hermano menor que se portaba parecido

— ¿Un hermano menor? Que interesante, me gustaría conocerlo. Tal vez pueda ser un buen amigo de mi hijo, últimamente está muy solo en el inframundo, pero también espero algún día se decida a tomar una esposa

— lamento mucho informarle que está desaparecido desde hace tiempo, además, hizo muchas cosas malas por lo que no es bienvenido aquí

Lo cierto es que Osiris no se contuvo cuando contó a detalle cada uno de los errores de Seth. Unos ni siquiera eran graves, pero lo hizo parecer como una verdadera tragedia, el fin del mundo.

Seth escuchó a detalle todo lo que Osiris hablaba sobre él, su mirada se endureció bajo su capucha. Xólotl también había escuchado y si no fuera porque su señor le dijo que no hiciera nada ya habría ido a por su cabeza, independiente de quién se tratara tenía el deber de proteger al dios al que servía. Ayudó un poco el que Isis los hiciera pasar a una sala donde se sentaron todos para empezar con los acuerdos. Del lado derecho quedaron Horus, Isis, Osiris, Neftis, Maat y Hathor. También estaba Anubis, pero estaba de pie al lado de su madre. Del lado izquierdo estaban Quetzalcóatl, Huitzilopochtli, Xipe Tótec, Coatlicue y al final estaba Seth con Xólotl a su lado, de pie, y que ya había regresado a su forma humana.

Rey del Inframundo (especial de día de muertos/Halloween)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora