au donde Rimbaud y Verlaine se llevan a Chuuya a Francia y es entrenado para ser un espía francés.
A sus 22 es enviado a Japón para infiltrarse a una fiesta del ejecutivo de la mafia, el demonio Prodigo Dazai Osamu con el fin de robar información.
C...
Chuuya suspira, se siente desanimado por esta misión, aunque en general se siente de ese modo con todas las misiones de encubierto, no es que las odie, pero le parecen demasiado complejas y tontas para su gusto.
Siempre le va a sorprender lo raras que son las personas ricas, ahora mismo está en una fiesta de máscaras, se siente un poco como en una de esas novelas de época de romance juvenil. No se va a quejar demasiado, las máscaras facilitan toda la situación.
Chuuya camina en dirección de su objetivo, el plan es simple, bailan un par de veces, luego lo sacara del salón y lo matará, simple y rápido.
Alguien toma la mano de Chuuya dándole vuelta y sosteniéndolo de la cintura.
—Ángel, volvemos a vernos — Le dice llevándolo a la pista de baile.
—Demonio Prodigio— Susurra Chuuya tratando de mantener la calma.
—Ah, me recuerdas ¿entonces porque me dejaste olvidado en ese hotel?—
—Lógicamente porque no quería seguir pasando tiempo contigo — Chuuya es franco, la única razón por la que no hace un escándalo es porque no se va a arriesgar a arruinar la misión.
—Hieres mis sentimientos y yo que me esforcé tanto en venir a verte— Dazai gira el cuerpo de Chuuya y luego lo envuelve contra su cuerpo cruzando los brazos de Chuuya susurrando en su oído. —Te ves realmente bonito con ese traje ¿Qué tal si vienes conmigo a divertirte?—
Chuuya siente un escalofrío recorrer su espalda y se gira para volver a la posición anterior continuando el baile.
—A diferencia de otros yo tengo trabajo y no puedo simplemente escaparme — responde como excusa.
—Hm, solo dime a quien tengo que matar y lo haré por tí —
Chuuya se lo piensa, así se ahorraría el papeleo diciendo que se debió a un ajuste de cuentas con la Port mafia y que lamentablemente llegó tarde.
Mira a Dazai y sube su mano para acariciar la mejilla de Dazai.
—No creo que el gran Demonio Prodigio haga eso gratis ¿Qué quieres?—
Dazai apoya el peso de su cabeza en la mano de Chuuya.
—Solo quiero salir a divertirme con mi Ángel— Responde moviendo la cabeza para besar la mano de Chuuya.
Chuuya lo piensa unos segundos.
—Esta bien, te veré en la salida en 15 minutos—
Chuuya se aleja de Dazai cuando termina la canción y toma una copa de champagne mientras camina a la salida del salón
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Chuuya mira la luz de luna mientras espera, actualmente viste de civil, una chamarra gris y unos pantalones de mezclilla azul oscuro, nada parecido al elegante traje que vestía hace 15 minutos.
Chuuya mira la hora en su teléfono.
—15 minutos, ya va tarde — Se dice para sí mismo.
—Jamás llegaría tarde cuando se trata de ti, Ángel — Dice una voz a sus espaldas y Chuuya suspira, tenía la esperanza de que se tardará más y así pudiera irse a casa temprano.
—¿Terminaste?—
—Tal como prometí— Responde Dazai —No te mentire, planeaba matarlo antes de que te tocará, jamás permitiría que un hombre tan asqueroso sostuviera la cintura de mi precioso Ángel —
Chuuya pone los ojos en blanco
—Lo que digas ¿Qué quieres hacer?—
Dazai envuelve los hombros de Chuuya con su brazo y empieza a caminar.
—Tengo algunas ideas de lo que podemos hacer—
—No voy a dormir contigo otra vez— Responde Chuuya rápidamente, simplemente para evitar situaciones incómodas en el futuro cercano.
—No mentire, me encantaría volver a follarte como aquella vez, pero en esta ocasión tengo otros planes —
—¿Y esos son?—
—Confía en mí, te va a gustar —
Dazai le abre la puerta trasera de un auto negro y elegante, Chuuya sube y Dazai lo sigue. Chuuya mira al conductor en el asiento de enfrente y luego a Dazai.
Dazai y el chófer hablan brevemente y luego el auto arranca, Chuuya se deja caer en el asiento relajándose.
