♡: Epílogo.

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❛Más profundamente❜

JiMin siguió nadando por ahí, sus ojos buscando cualquier brillo que pudieran encontrar

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JiMin siguió nadando por ahí, sus ojos buscando cualquier brillo que pudieran encontrar.

Estuvo a punto de seguir buscando en otro lugar, hasta que, de reojo, logró captar el más pequeño brillo entre la arena. Emocionado, se apresuró en esa dirección, y cavó entre la arena.

Lo que encontró fue un pequeño alambre dorado del que colgaba una perla, tenía un gancho con el que JiMin accidentalmente se picó el dedo.

Sin estar seguro de qué era pero gustándole, JiMin lo echó a su bolsita, aprovechando para darle un vistazo a lo que había recogido hasta ahora. Sintiéndose satisfecho con lo que vió, decidió que era suficiente e iba a volver con JungKook.

Pronto, se encontró con la sombra del barco, y se asomó de debajo del agua, buscando a su humano.

Volvió a esconderse cuando lo único que vió fue a uno de los de la tripulación. JiMin solía evitarlos, le daban un poco de miedo, pues simplemente no podía confiar en ellos como lo hacía con JungKook.

Nadó discretamente al otro lado del barco, donde, efectivamente, estaba su humano.

Se acercó, y jaló el pantalón de JungKook, llamando su atención. JiMin vació su bolsita a los pies de JungKook, cosas brillantes todavía mojadas y sucias con arena saliendo de ella.

Era obvio que JungKook ya no hacía llorar a JiMin (al menos no a propósito), así que, sin querer sentirse inútil, JiMin se ofreció a buscar tesoros en el océano para JungKook. Disfrutaba de esas pequeñas aventuras, y siempre que encontraba algo particularmente bonito, lo conservaba para sí mismo.

JiMin hizo un ruidito, señalando al tesoro.

—Gracias, Mimi —le agradeció JungKook mientras se agachaba para revisar lo que la sirena había traído esta vez.

JiMin levantó la cosita que no estaba seguro de qué era, pero que era bonita, e hizo su ruido de pregunta, algo que JungKook fácilmente pudo interpretar cómo un '¿qué es esto?'

—¿Eso? —Lo observó, dándose cuenta fácilmente de lo que era—. Es un arete, va en tu oreja, aunque normalmente suelen ser dos...

Los ojos de JiMin brillaron con ilusión. Señaló una de sus orejas y miró a JungKook con ojitos de cachorro, un 'enséñame cómo.'

Eh... —JungKook dudó—. No es tan simple, necesitas hacer un agujero en tu oreja para poder poner el arete, y eso va a doler.

JiMin negó con la cabeza, sin importarle.

—Está bien... —suspiró—. Supongo que más tarde te enseñaré cómo.

La sirena sonrió, satisfecha.

Sin tener más cosas que hacer en el agua, levantó sus brazos, exigiéndole a JungKook que lo levantara. Él lo hizo, cargando a JiMin estilo nupcial.

JiMin le dió un par de palmaditas en el pecho, señalando el barandal. JungKook lo dejó ahí, pero incluso al hacerlo, JiMin no soltó su brazo.

Hizo un sonidito, señalando con su mano frente a ellos, el cielo pintándose con el atardecer.

JungKook no tuvo queja alguna, tan solo envolvió sus manos en la cintura de la sirena, permitiendo que la punta de sus dedos tocaran justo donde comenzaban las escamas de su cola. Quedó con su pecho contra la espalda de JiMin, sintiendo a la sirena relajarse contra él.

En un momento como ese, era cuando JiMin realmente sentía que todo estaba bien.

, era cierto, estaba lejos de toda su especie, y era demasiado dependiente de JungKook para cualquier movimiento que quisiera hacer mientras estuviera en el barco, que era su nuevo hogar, y... amaba al hombre que le robó su canto, que lo capturó y lo hizo soltar tantas lágrimas.

Pero estaba bien.

Aún si todavía extrañaba a las otras sirenas, aún si era todo un fastidio que JungKook lo cargara a todos lados pues se negaba a arrastrarse por ahí, aún si había perdido lo que alguna vez fue lo más importante para él.

Su canto había sido un sacrificio que dedicó a su amor... eso era lo que JiMin quería pensar, que era un perfecto sacrificio, necesario para poder terminar donde estaba ahora.

JiMin quisiera poder describirlo cómo aquel sueño que tanto tenía en el que JungKook lo amaba y todo era perfecto, pero hacer eso sería mentirse a sí mismo. En su sueño, todavía podía cantar, y, en la realidad, eso era imposible.

Pero estaba bien.

No era su perfecto sueño, pero JiMin no lo cambiaría por nada.

ujú, justo acabo de escribir esto, es cortito pero es lo que quería y fuera este epílogo~

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ujú, justo acabo de escribir esto, es cortito pero es lo que quería y fuera este epílogo~

siéntanse libres de corregirme cualquier error <3333

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