Holaaaa
Os traigo un relato corto que hice para la asignatura de Literatura y Pensamiento del máster. Tenía que hacer un trabajo creativo que tratara alguna teoría que hubiéramos visto en clase y yo me decanté por el movimiento del romanticismo.
El relato trata de un chico que tiene un trastorno obsesivo compulsivo y bueno... ya leeréis qué pasa con él. ;)
Este relato lo inicié con muchas dudas y terminé pensando: ¡Cómo he disfrutado escribiéndolo! Me encantó, en serio jaja.
Espero que a ustedes también os guste. ¡¡GRACIAS!!
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No lo niego, estaba ansioso porque llegara este día... Sabía que a mis diecisiete años esto era raro, pero había estado planeando con detalle cada movimiento que haría en aquel museo y era de vital importancia que todo saliera bien.
Sabía lo que me diría mi madre: "Carlos, relájate, respira hondo y todo estará bien". Pero jamás estaría bien, mi cabeza no me dejaría estar bien. Tenía un trastorno obsesivo compulsivo y tendía a tener pensamientos que se repetían en mi mente en una especie de bucle, patrones que no dejaban que me centrara en otra cosa que no fuera en mi objetivo. Era consciente de ello, pero no podía detenerlo y ahora mismo lo que me obsesionaba era tener como fuera ese primer ejemplar de "Rimas y Leyendas" de Gustavo Adolfo Bécquer... El más grande entre los grandes. Conseguiría ese primer ejemplar, lo haría, llevaba demasiado tiempo obsesionado con él.
Era el día del libro y en el Museo Nacional del Romanticismo de la capital de España, se realizaban actividades extraordinarias para celebrar el día con literatura del romanticismo.
El museo desprendía un olor particular, olía a historia, a vida... al olor característico de los libros antiguos, a cera, vainilla, almendras, vinagre y humedad.
—La literatura del Romanticismo es el movimiento cultural literario que se produce a finales del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX en varios países europeos como Alemania, Francia y Reino Unido —dijo mi profesor con la mirada clavada en el papel que sostenía frente a su cara y continuó diciendo con una pronunciación un tanto dudosa—: Los autores más importantes fueron Johann Wolfgang von Goethe, Friedrich Schiller, Friedrich Gottlieb Klopstock y Edgar Allan Poe.
Observé cómo bajaba el papel y hacía un ademan exagerado con su mano para que lo siguiéramos a la siguiente sala. No avancé, me quedé quieto mientras mis compañeros pasaban por mi lado siguiendo al insípido de nuestro profesor.
¿Qué sabría aquel paliducho del romanticismo? Estábamos en segundo de bachiller y había tenido a este profesor desde cuarto de la ESO... Jamás había tenido idea de lo que salía por su boca. Las clases de literatura que daba eran un suplicio, pero que hablara del romanticismo a la ligera me mataba. ¿Iba a leernos todo lo que ponía en sus apuntes? ¿Por qué no se estudiaba el día anterior lo que nos fuera a dar hoy? ¡Vago! Muchas veces me habían entrado ganas de saltar por encima del pupitre y arrancarle los ojos.
Tomé una bocanada de aire y fijé mi vista en el cuaderno que tenía entre mis manos. No había cogido ningún apunte, tenía el doble de conocimientos sobre el romanticismo que el paliducho de mi profesor.
¿Cómo se atrevía a pasar por alto el movimiento del romanticismo en España?
—¿No vienes? —me preguntó una compañera al pasar por mi lado.
—Ahora voy, Lidia —le respondí asintiendo y ella me imitó, sonrió y se dio la vuelta para alcanzar al grupo de nuestra clase.
Lidia era bonita, pero no lo suficientemente lista para pillar las indirectas. No se cansaba de buscarme y yo no me cansaba de esquivarla.
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Varios
RandomEspacio en el que compartiré relatos y trabajos que hice para el Máster de Escritura Creativa. Espero que os guste y si es así, comentad o dejad un voto. Gracias por leer. ; ) Queda terminantemente prohibido copiar total o parcialmente esta historia...