La promesa (Qin shi huang x__)

9

Ya era casi de noche y habían llegado a la cabaña tomadas de las manos, ahí estaba Fyu sentado ayudando a tú abuela con el maíz y el arroz, todo era tenso quizás demasiado.

─Mis niñas han llagado.. vengan a comer─ ordeno amablemente la mayor.

Ambas se acercaron para sentarse tu no estabas de animos de verle la cara a Fyu y al parecer el estaba de la misma manera nada mas que con su hermana, entre los tres parecía que en cualquier momento se agarran de las greñas el uno al otro, Byu no estaba ya se fue como era lo usual en las noches a vender pieles u otras cosas posiblemente asi que solamente estaban sus hijos al cuidado de tu abuela.

─No quiero─ tenias náuseas de solo ver la comida, no era que estuviera feo todo lo contrario el amor que tu abuela le ponia a la comida era lo que la hacia deliciosa, pero los recuerdos de ayer; ver a Chun-yan muerta y Zheng decapitado era lo que no te hacia querer comer en absoluto.

.  .  .

La noche pasaba lento estabas en el suelo mirando hacia la nada pensando solamente en el rostro de Zheng hasta que escuchaste un ronquito provenir de Fyu dormido profundamente, ya no tenias nada que hacer en Zhao ahora no tenias motivos par seguir en ese lugar a excepción de tu abuela caminaste por toda la cabaña buscando una cuerda, al encontrarla entre cerraste tu ojo.

Te tiraste encima de Fyu poniendole un trapo en la boca para que no hiciera ruido, forcejeaba tratando de liberarse enrrollabas tus piernas alrededor de su cincura apretandola lo mas posible tomaste sus dos manos y comenzaste atar la cuerda sobre sus manos, aunque no pudiera usar sus manos con sus pies comenzaba a arrastrarse desatandose poco a poco.

─Mierda─ pensaste cuando comenzaste a perder el agarre.

Otras manos te ayudaron a sujetarlo, viste como claramente se trataba de Nyu que te estaba ayudando a atar sus pies aunque hubo varias veces en donde ya pateaba. Después de minutos de lucha lo lograron tener sometido.

─No es tan divertido cuando te atan ¿verdad?─ suspirro la menor viendo un poco el rostro de su hermano. ─¿_____ donde vas?─ pregunto al verte recoger unas cosas entre los armarios de madera.

─Me voy... no tengo nada que hacer en Zhao─ respondiste seca y cortante.

─Vamos juntas entonces, papá y Fyu ya no son nada de mi... yo tampoco tengo nada que hacer aquí─

La viste entre la ocuridad de la noche con una mano sobre su pecho y asentiste, antes de salir de la cabaña escucharon unos quejidos que seguramente provenían de Fyu, no voltearon a ver y solamente se fueron corriendo tomadas de las manos.

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