La promesa (Qin shi huang x__)

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Narra:__

El horrible trato hacía el príncipe Zheng(Qin) era realmente triste, aunque lo raro era que siempre sonreía apesar del maltrato que le daban los habitantes, pero en secreto lo ibas visitar.

-Abuela no crees que son algo crueles con el príncipe?- miraste a tú abuela mientras acomodaba una venda alrededor de tu ojo izquierdo. -Me da.. mucha pena él-

-No digas eso mi niña.. por culpa de su padre... murió mucha gente y lo peor es que fueron enterrados vivos... incluyendo a mi pobre hijo y tú madre, apenas y pude salvarte cuando te arrebataron un ojo- dijo la mayor sostenida de un bastón de árbol secó.

-Pero el no tiene la culpa, abuela- apretabas tu hanfu con los puños cerrados. -No me parece ese maltrato abuela-

-Se como piensas... y te prohibo acercarte a ese niño- te señalo con su dedo todo arrugado. -es por tu bien-

-Comprendo- Finalizaste para salir con tu lanza sostenida en tú hombro para ir a cazar.

Todos los niños se apartaban por miedo a tu presencia en muchos sentidos poseías un brutal fuerza y agilidad con lanza y arco, pero la razón era que no poseías uno de tus ojos ya que se te fue arrancado apenas con cinco años y lo cubrías con una venda blanca.

-Niña..-llamo tu atención un señor que vendía broches. -Te te dare dos monedas si cazas una ardilla, niña-

-Acaso ocupa su piel...?- preguntaste un poco curiosas ya que también vende pieles de algunos animales -Cuesta mucho darles en el blanco... que sean cuatro monedas-

-Niña estafadora, pero te salvas ya que la necesito urgente- Hablo en un tono enojado pero accediendo, te dio las monedas.

-Vuelvo en un rato- chasqueste la lengua para seguir con tú camino.

Pasaste alado del palacio de Zheng donde se encontraban como siempre varios niños dibujando las paredes, te acercaste a ellos para posar una mano en sus hombros.

-Largo de aquí o serán comida de un oso del bosque- ellos temblaron al escuchar esas palabras ya que sabían de quién era. -Si los vuelvo a ver haciendo esto no los dejare oir-

Ellos se fueron corriendo dejando los pinceles tirados, miraste a los supuestos guardias encargados de guardarlo

[Esos miserables inservibles]

Tu mirada se ilumino al ver a zheng llegar al palacio pero tenía la ropa algo sucia junto con las verduras que seguramente compro, te sentiste mal por el

-a zheng le gusta muchos los manjus tal vez eso lo anime- Decías con alegría para salir corriendo hacía el puesto en donde lo vendía junto con algunas carnes -¡Quiero dos manjus!- le pediste al señor para entregarle algunas monedas.

Al tenerlo en tus manos saliste corriendo hacía su palacio y como siempre, los guardias no le importaba quién entraba o salía, lo viste limpiando las paredes llenas de pintura por dentro.

-Se atrevieron a entrar, que descarados- El se asusto al escuchar tú voz. -Te traje un manju...-

-__ que alegría verte!- Te miro con una brillante sonrisa. -Hace varios días que no venías pense que... que...-

-Para nada! Zheng yo y tú somos amigos jamás me alejaría de ti- dijiste tandole el manju en sus manos.

Lo habías conocido hace dos años cuando algunos niños te estaban tirando rocas, pero de repente sentiste que pararon ya que alguien se puso enfrente, abriste los ojos mirando que era el príncipe rehén y el odio que sentían hacia Ying Zheng(Qin) aumento, fue cuando el te ayudo a levantarte ya que te empujaron a un charco y fue entonces donde empezaron a atacarte con rocas y desde entonces se volvieron amigos y por el valor que el mostro al cuidarte de esos niños que se reían de ti, te habías prometido siempre cuidarlo y hacer todo lo posible para hacerlo feliz.

-Muchas GRACIAS! __- decía con la boca un poco llena de manju.

-Escuche que tu nueva cuidadora llegara mañana.. espero que no sea como el anterior la verdad le hubiera roto la cara- Bufeaste por el recuerdo del antiguo cuidador de Zheng.

Pararon de hablar para seguir comiendo, miraste un poco la luz del sol y recordaste que tenías que ir a cazar, le diste un beso en la mejilla a Ying Zheng para tomar nuevamente tu lanza.

-Ya sabes... deja de ocultar tu tristeza en esa armadura de sonrisa- hablaste un poco preocupada por el. -Algunas veces es mejor mostrar tus sentimientos!-

-Tra....trare de hacerlo- dijo en un tono desanimado.

Lo abrazaste para luego salir de ese palacio y caminar hacía el bosque en busca de una ardilla u otro animal que se pueda vender la carme o piel.

Narra:Ying Zheng.

Tiene mucha razón __ no me gusta mostrar mi tristeza para que nadie llegue a saber que las acciones y palabras del pueblo me hueren, pero la compañia de ___ me a hecho dejar un poco mi armadura de felicidad.

[Pero como podre hacerlo]

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