CAP:17

5K 281 9
                                    

Narra Luz:

Derek y yo entramos dentro de la casa tomados de la mano.

El señor Anderson se levanta de su asiento desde que nos ve y se acerca.

-Luz querida es un gusto volver a verte. 

Dice dándome un corto abrazo.

Le sonrío algo incómoda por el abrazo.

-Es un gusto también volver a verlo señor Anderson.

-No, nada de señor solo dígame Anderson, estamos en familia ya eres como una hija para mí.

-Esta bien. 

Digo sonriendo.

Derek y él se saludan mientras observo a Yésica que me mira muy mal y se sorprende bastante cuando ella mira el cuello de Derek.

-Dylan cariño... ¿Desde cuándo esta vive aquí? 

Habla Yésica señalándome y acercándose a  él.

Dylan la mira mal.

-Ella está ahí ¿Por qué no se lo preguntas?

 Le dice sentándose en un sillón mientras usa su aparato celular.

Alan y Rafael empiezan a reírse y ella los mira con mala cara.

Flora aparece con unos buenos bocadillos y nos brindan a todos.

-Hay flora, ¿No tienes algo mejor que esto? Estos bocadillos no son de mi agrado.

Habla Yésica.

-Ahora mismo le preparo otros.

Dice flora.

¿Pero qué se cree ella? Que mande en su casa, no en esta.

-Por supuesto que no Flora, si no los quiere comer que no coma nada, ella manda en su casa no aquí. 

Digo dando un bocado a ese rico bocadillo de chocolate con fresa.

¿-Pero qué crees tú? No eres nadie para mandar a flora en esta casa. 

Habla la loca de Yésica poniéndose de pies.

-Tú tampoco, así que dejarte de ridícula. 

Digo muy tranquila.

-Maldita cazafortunas, solo estás con Derek por su dinero, se nota que eres una cualquiera. 

Habla con furia.

¿Casa fortuna? ¿Qué es eso? ¿Una casa?

-Será mejor que respetes a mi cuñada Yésica si no quieres que te saque de aquí, ya me tienes harto. 

Habla Dylan, con aburrimiento.

-Pero...

-Yésica, será mejor que te calles antes de que agotes mi paciencia y la próxima vez que hables mal de mi mujer, me va a importar una mierda que eres hija de Anderson. 

Habla Derek sentándose en un sillón y me sienta encima de sus piernas.

Anderson pasa la mano por su cabello frustrado.

-Ya... no te reconozco Yésica... No pareces mi hija ¿Qué es lo que te pasa? ¿Acaso estás usando vicios?

-Claro que no pa... Yo...

-Silencio. 

Habla con voz autoritaria.

-Ya me tienes cansado... Flora... ¿Podrías por favor acompañarla al jardín y que se refresque?

Él mercenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora