Mariposas de cristal- WallyxFrank

La locura del Duque de Darling

Advertencia: Esta historia toca temas delicados como la muerte, pactos con entes, lesiones, bullyng, sexo implícito, manipulación y dudoso consentimiento; por lo que se recomienda discreción. Además en esta historia Frank será mujer.

En un hermoso palacio de estilo inglés habitaba un joven duque, cualquiera diría que aquel hogar tendría varios sirvientes y vida extravagante en su interior al ser un lugar de gran extensión y tener una posición por debajo del rey pero era todo lo contrario. Rodeado de un inmenso y escalofriante bosque vivía sin tratar de llamar la atención el único sobreviviente de la familia Darling.

La famosa familia Darling era bien conocida en el reino, no había nadie que no conociera la tragedia de la última generación e inclusive los habitantes podían entender porque el último sobreviviente se había aislado sin sospechar de la oscuridad que conllevan sus acciones.

El bosque  tan espléndido ,era hipnotizante para las jóvenes damas, sin importar su edad o estatus social se veían con la tentación de adentrarse a este y terminan descubriendo el palacio que siempre tenía sus puertas abiertas esperando por sus llegadas. 

Con esas vibras tan magnéticas tuvo la mala suerte de adentrarse Sally Starlet, una joven de cabellos corto, alborotado y rubio, unos ojos entusiasmados de color azul y un piel apiñonada. Lo que más resaltaba de esta mujer era su personalidad tan excéntrica digna de su oficio: actriz, eso la llevó a adentrarse en el bosque en busca de inspiración.

-Bien hecho, Sally, ahora estás perdida- se lamentaba no tanto por perderse sino por llevar un incómodo vestido de colores del arcoiris que le impedía moverse con mayor facilidad.

No supo cuanto comino, los altos árboles le impiden calcular con precisión la posición del Sol, sin embargo, llegó a las puertas del palacio y sin nada más que perder entró con la esperanza de encontrar la ayuda del propietario. Le sorprendió en contraste entre el bosque y aquel lugar pues poseía un bello jardín con un gran número de flores y mariposas.

Con delicadeza la actriz toco la puerta, al ser una plebeya debía guardar la compostura y seguir las normas de etiqueta, sin embargo, al no recibir respuesta y ver que la puerta estaba abierta simplemente entro esperando no llevarse un castigo por la impertinencia. 

Sally no pudo admirar la belleza arquitectónica del palacio cuando una suave música comenzó a sonar y a unos cuantos metros de ella estaba el señor de ese lugar.

-No esperaba que una bella dama me visitara- De estatura baja, cabellos azules peculiarmente peinados ,piel morena, ropas finamente hechas y una mirada tan calmada aparecía el dueño: Walter Darling.- ¿En qué la puedo ayudar?

-Duque de Darling, disculpe mi aparición repentina.- rápidamente Sally hizo una reverencia, algo nerviosa, su instinto le decía que huyera pero algo parecía sujetar en contra de su voluntad.

El hombre sonrió- No tienes que llamarme por mi titulo, solo llamame Wally.

La mujer alzó su rostro visiblemente confundida- Mi señor, tengo entendido que su nombre es...

-No importa- la interrumpió abruptamente- ¿Quieres bailar esta pieza conmigo? Sería un completamente desperdicio si no aprovechamos esta canción.- Wally ofreció su mano y le regaló una cálida sonrisa para tranquilizarla.

Algo dudosa, Sally acepto. Al tocar la mano del Duque el brillo de sus ojos desapareció, un lindo sonrojo adorno sus mejillas y su corazón empezó a latir con fuerza. La famosa actriz había caído en la maldición del Duque.

De manera posesiva Wally abrazo a la joven dama- ¿Te quedarías conmigo para siempre?

-Si es lo que mi señor quiere- correspondió el abrazo con un infinito amor- tome mi vida y haga de ella lo que quiera.