Mariposas de cristal- WallyxFrank

Eternal Flame

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene un poco de lime 

Wally se miraba fijamente en el espejo que se encontraba en su cuarto, tenía un traje muy distinto al que solía usar ya que era más elegante: Una camisa blanca con corbat roja resaltaba, al final de cuentas el rojo era su color favorito, además de tener un elegante traje azul marino. El peliazul sonrió, sabía que era perfecto y se veía perfecto.

-¿Qué opinas Home?- le preguntó con entusiasmo a la casa viviente.

La casa crujió un poco en señal de aprobación, el noveno vecino había soportado demasiadas horas viendo a Wally cambiando de trajes para su cita de aquellas noche y ya se había cansado de la misma pregunta cada determinado tiempo. Pareció recordar algo y hizo otros ruidos que solo el protagonista entendía.

-Gracias por recordarme la hora, buen amigo- Wally sonrió viendo un reloj cercano- No quiero hacer esperar a Frank así que me quedaré así.

Nuevamente un pequeño ruido de la casa y Wally se sonrojo un poco al entenderlo. Bajo a la primera planta con algo de rapidez tratando de no contestarle a Home, tomo una caja de regalo y unas bonitas rosas amarillas pero Home insitia.

-Bueno, es normal que una pareja quiera hacer ese tipo de cosas pero es personal, Home- El artista se dirigía a la salida- Así que si pasa algo creeme que  me cuidare y lo cuidare.

Los ojos de la casa lo miraban con burla por hacer que su inquilino se sintiera nervioso, era su pequeña venganza por todas esas horas de preguntas como "¿Este es el regalo perfecto?", "¿Crees que esté caja de regalo le agrade?" y la tortuosa "¿Me veo bien con ese atuendo?"

La noche ya había caído, una dulce noche de otoño por lo que las hojas ya habían adquirido ese tono naranja y el viento era un poco más frío que de costumbre. A Wally no le importan tanto el clima porque su casa no quedaba tan alejada de la de Frank además de que había priorizado su estilo sobre estar abrigado.

Suavemente toco el timbre, con entusiasmo preparo las flores y el regalo, aquella noche era tan especial porque cumplia un año de relación con Frank y quería que fuera perfecto.

Al abrirse la puerta observó a su amado novio, portaba un traje gris con algunas líneas blancas,  su corbatín tenía ese estilo de mariposas y había usado un poco de sombras para resaltar esos hermoso ojos esmeraldas.

-Buenas noches, Darling- Frank saludo, orgulloso de haber dejado sin palabras a su pareja.

Wally salió de su trance al escuchar la voz de su amado, se sintió algo tonto ¿Cómo podía Frank hacer que su semblante tan calmado desapareciera tan rápido?

-Buenas noches, querido- trató de reponerse- Es tan hermoso verte esta noche- le entrego con caballerosidad las rosas- Eres digno de ser retratado en cualquier obra de arte.

Aun así Frank era algo tímido cuando se trataba de halagos por lo que terminó sonrojandose un poco y con algo de timidez acepto las flores, su color favorito siempre fue el amarillo.

-Muy bien mi niño, pasa antes que te de un resfriado.

-Tienes que admitir que mi atuendo es perfecto.

-Wally, tu eres perfecto pero eso no quita que te puedas enfermar así que pasa antes de que pase eso.

Con cariño ambos se tomaron de la mano y entraron al hogar del más alto. La casa del vecino más malhumorado de Home siempre estaba impecable, todo en ese lugar tenía un orden y la comida ya los esperaba en la mesa.

-Espero que te guste, hice lo mejor posible todos estos platillos- Frank habló con una pequeña sonrisa y orgulloso: La comida ya estaba acomodada, el mantel tan blanco hacía que resaltaba el cubre mantel rojo y las copas medio llenas de jugo de manzana, el favorito de Wally,se encontraban servidas con elegancia.