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"Oh, nuestras vidas no coinciden,

soy consciente de ello,

las diferencias e impulsos y tu obsesión con

las pequeñas cosas que te gusta unir y a mí me gusta el aerosol.

Me importa una mierda, no me rendiré

todavía lo deseo todo."


El reloj marcaba las 22:14 horas, el trabajo había sido cansado a morir y como se había convertido en costumbre en esas últimas semanas el alfa aún no llegaba a casa siendo que, su salida había sido horas antes y cada que Yunho se quedaba a terminar trabajo iba a buscar al omega para hacérselo saber.

Sabía que últimamente las cosas no habían sido las mismas, hacía exactamente un mes que, su amoroso Yunho parecía haber desaparecido, intentaba tratarlo, pero, no era lo mismo, se sentía forzado, sus abrazos eran distantes, Yunho no lo besaba con amor y el sexo había desparecido; Era la cuarta vez que lo llamaba en la noche y por lo visto el alfa no tenía intención en informar su ubicación.

Y quizá lo que estaba a punto de hacer era incorrecto, pero mierda, necesitaba saber qué pasaba con su esposo.

      — Hola Mingi, sé que es tarde, pero, Yunho, el... ¿está contigo? — no debía preguntar por él, muchísimo menos a su mejor amigo, siempre habían confiado el uno con el otro, pero la situación lo ameritaba, estaba desesperado.

El otro lado de la línea se mantenía en silencio, hasta que un suspiro pesado se escuchó.

     — Hola Jjong, ¿pasa algo malo? ¿Yunho está bien? mmm no, no estoy con él. — por supuesto que algo estaba mal, él lo sabía.

     — Oh, si, creo, no lo sé, es solo que él... no sé cómo decirlo, hace unos meses él comenzó a actuar raro y hace unas semanas no llega en su horario normal a cada, sólo quería saber si tú sabías algo.—

     — Mmm, no considero que sea algo malo, ya sabes, la empresa está exigiendo los resultados de las pruebas de los performances, está agotado y todo el departamento quiere terminar lo más pronto posible, lo conozco muy bien Jjong, te lo aseguro, solo es cansancio no te preocupes.—

Pero al terminar la llamada su corazón seguía inquieto, ese no era su Yunho, no era el alfa que con cualquier signo de cansancio acudía a su regazo buscando confort.

--

El sonido de los besos resonaba en el auto, Wooyoung se aferraba al mayor como si no hubiese un mañana.

     — Voy a decírselo, ¿Si? Necesito hablar bien con él, tiene mi marca, no sé cómo vaya a tomarlo, he estado con él durante años, necesito que me entiendas un poco amor.—

     — Lo sé Yun, pero somos destinados, entiendo que sea tu marido, que tengan muchos años juntos y lo hayas reclamado, pero estamos destinados a estar juntos, seremos tu y yo, no puedo esperar para tener tu marca.— su mano subió por el cuello del mayor hasta acunar su mejilla y juntar sus labios, Wooyoung no quería dejarlo ir, detestaba a Jongho, el no lo merecía ¿Qué mierda hacía su destinado con él?

Apartó al omega, tomando su mano mirando fijamente al vacío.

     — Lo haré, te lo prometo, solo se paciente bonito.—

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El camino a casa fue... agotador mentalmente, sabía que Jongho sospechaba, Mingi se lo había dicho "Tienes que decirle que Wooyoung es tu destinado, es tu esposo, mierda Yunho, han estado juntos años, si lo respetas y por lo menos haz querido díselo, o lo haré yo, eres mi mejor amigo, pero respeto a Jongho y definitivamente sé que te ama demasiado como para merecer lo que estás haciendo."

No era estúpido, sabía que Jongho, su omega, lo adoraba, el había prometido amarle y protegerlo hasta que la muerte los separase en el altar ¿Cómo demonios iba a decirle que ya no lo amaba y quería el divorcio? ¿Cómo mierda iba a decirle que Wooyoung y él eran destinados?

Su sentir era horrendo, hacía cinco meses Wooyoung había llegado a su vida y... y era raro, quería al lindo omega pero sabía que no era su destinado y si quién se supone lo era acababa de aparecer ¿No se supone que debería estar con el?

Había tomado una decisión, afrontaría su realidad y le diría la verdad a Jongho.

Yunho abrió la puerta lo más sigiloso posible, pero el omega estaba esperándolo con una mirada molesta, podía sentir las emociones de ira y tristeza al par que el menor lo miraba.

     — Te he estado marcando Yunh...- se vio interrumpido cuando el alfa fijo su mirada en el y con angustia decidió liberar su pecho.

     — Quiero el divorcio.—

     — ¿Qué? ¿De qué mierda hablas Yunho? — Miró atónito y con evidente confusión en el rostro.

     — Lo que escuchaste, y- yo, Jongho yo, encontré a mi destinado.— Cabizbajo, no quería mirar a su omega, no quería, no podía, era lo que el menor tanto había temido y él le había fallado.

El silencio llenó la habitación.

     — ¡No, mientes! —Y los gritos comenzaron a llenar la habitación.

     — Jjongie necesito que te calmes, no es fácil para mi.—

     — Es el ¿No?, es el imbécil de Wooyoung, ¿Por qué? Me lo prometiste, prometiste amarme, que no importaba que no fuera tu destinado, tengo tu marca.— Y Jongho comenzó a llorar, su aroma a galletas de café se tornó agria y un sinfín de emociones se podían aspirar, tanto que el alfa comenzaba a marearse.

     — Yo, n-no.., te entregue todo de mí, t-te di mi primera vez, te deje m-marcame, no, alfa, mi amor, prometiste q-que t-tendríamos una familia y que sí encontrabas a tu d-destinado no me dejarías.— El llanto del Omega no cesaba, su visión llena de lágrimas no le permitía ver a su alfa ¿Siquiera quería verle? Tenía que ser una mentira, quería despertar envuelto en los brazos del contrario, arropado con el aroma característico a menta con pino del mayor.


El irremediable fin había llegado y el nudo en su estómago no había sido más que un presagio.


𝐍𝐨 𝐥𝐨𝐧𝐠𝐞𝐫 | 𝟐𝐡𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora