IV

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Luego de aquel día, los encuentros entre Fyodor y Chuuya empezaron a ser cada vez más -debido a que ambos eran amigos de Dazai- y la incomodidad seguía ahí.

Los días siguieron pasando, Dazai seguía sin poder ir a la casa de Fyodor, por mucho que intentara convencer a su padre; así que el ruso le daba las carpetas al castaño, y él se las llevaba a su casa. Habría sido mucho más fácil si Fyodor estuviese allí con él para ayudarlo, pero no quería conocer a la persona que maltrataba a su amigo de esa manera. Quería ayudarlo, pero él no se dejaba.

Decía que aquel hombre sufrió mucho cuando era un niño, que era un hombre muy ocupado y estresado, que tenía dos trabajos completamente opuestos; pero ambos sabían que eso no era una razón para que le haga esas atrocidades a Dazai.

Un día de septiembre, el padre de Dazai finalmente se iría por unos meses de viaje por trabajo, lo que significaba que finalmente podrían juntarse de nuevo en la casa del ruso.

Al estar en una carrera que requería demasiados proyectos, los finales se empezaban a preparar desde mucho antes de terminar, así tendrían tiempo. Fyodor y Dazai harían su proyecto juntos, aprovechando que su padre no se encontraba en Japón. Tendrían tiempo suficiente para terminarlo hasta que él vuelva.

El proyecto consistía en una novela bien estructurada y con todos los requisitos que se pedían (entre ellos, obviamente, una buena ortografía, un buen uso de signos, una historia concreta y con sentido, etcétera), que se podía hacer entre dos personas. Ambos coincidieron de inmediato el tema de su novela:

Problemas. De todo tipo. Problemas familiares, mentales, físicos, emocionales, económicos, y millones de otros. Ambos tenían una visión de la vida parecida, y de cierta forma, problemas similares. Pensaron que, al haber vivido muchas de esas cosas ellos mismos, sería mucho más real al relatar exactamente cómo se sentían; solo les faltaba un protagonista y su historia.

Al final de las clases de un doce de septiembre, se juntarían de nuevo en la casa del ruso, y así empezar el trabajo.

Antes de irse, Dazai empezó a despedirse de sus otros amigos, haciendo a Fyodor esperar por al menos una hora.

—¡Ay, Fyodor! Disculpa la tardanza, me distraje... —Sonrió con picardía — ¿Vamos?

Fyodor rodó los ojos, y sin decir nada se fue, sabiendo que el castaño lo seguiría.

—¡No, Fyodor! ¡Se tiene que llamar 'Yozo'!

—Dazai, 'Raskolnikov' es el nombre perfecto y no pienso seguir discutiéndolo.

Ambos adultos peleaban por cuál sería el nombre del protagonista.

—¡Que no~! — Dazai empezaba a frustrarse ante la resistencia de Fyodor — ¡Estamos en Japón, no en Rusia; no puedes ponerle un nombre ruso! Como si no fuera suficiente, es súper difícil de pronunciar... Rasc- Rak- Rasklo- Raskolmi- ¡Agh! Lo que sea, pero ¡me niego rotundamente!

—¿Qué tiene que sea ruso? Es más, siento que eso lo haría más especial — Suspiró cansado — Se pronuncia 'Ras Kol Ni Kov', repite conmigo, 'Ras-

—Fyodor, eres un estúpido si piensas que haré eso. ¡Aún así me niego, Yozo es el candidato perfecto y no pienso seguir escuchandote!

—Pero-..

—La, la, la. ¡No te escucho! — Gritó burlonamente, mientras tapaba sus oídos con los dedos.

Fyodor soltó un suspiro pesado, se levantó del sofá dónde se encontraba, y fue a la cocina. Cuando volvió, tenía en sus manos un paquete de Macucas, los ojos de Dazai se iluminaron.

Logical Impression | Fyozai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora