Capitulo 4

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Este día, Wagner tampoco se encontraba en casa. Tomioka leyendo un sin fin de libros y shinobu....¿Que estará haciendo shinobu?

Shinobu está afuera dando un "paseo" por dónde ellos vinieron, si lo piensa bien es raro ¿Por qué iba a querer salir de este lugar si literalmente su único proposito en el anterior mundo (por así decirlo) era vengar a su hermana y salvar vidas. Pero, después de eso ¿que iba a hacer? No es como que tuviera la esperanza de salir viva después del combate contra el demonio que asesino a su hermana.

Mientras miraba el suelo (no es como que tuviera algo más interesante que hacer) sintió como el viento rosaba contra su cara, se veía algo épico jeje.

—Uhmm, quizás...—Shinobu se sentó en un banco a pensar.

Si simplemente había Sido casualidad lo de que aparecieran aquí pero ¿Porque? Por qué los "dioses" los alejarían de su hogar llevandolos a un lugar completamente desconocido cuya único proposito en este lugar es encontrar una salida.

—Parece que estás pensando mucho kocho...—Tomioka estaba en frente de ella, le llevo un poco de tiempo darse cuenta.

—Hola Tomioka... espera...¿Que haces aquí? ¿No estabas leyendo libros?—Shinobu estaba un poco feliz de qué Tomioka este con ella pues se estaba empezando a aburrir.

Tomioka y shinobu empezaron a contemplar los árboles y las hojas cayendo de ellos se veía algo como la sakuras  pero en vez de rosas estas eran verdes, verdes como las montañas que podían presenciar todos los días mientras estaban en su hogar.

De una manera u otra tenían que salir, esperaban que volvería ese agujero negro que los había tragado al principio y que los devolvería su hogar pero parece que esto no es así de fácil, si ellos no buscan una salida no habrá salida al parecer por lo que entendían.

Al presenciar las hojas caer se sentía nostálgico mientras estaban en casa los dos juntos que aunque lo negaran muchas veces no podían negar que disfrutaban hablar entre ellos, pero no era nada más que una amistad indeseada porque a shinobu gustaba alguien más, alguien más a quien no volvería más a ver si no encontraban una salida de este lugar.

Aunque quería volver a casa no podía negar que era algo raro ¿Por qué en este lugar no hablaban de los demonios? ¿Será que esto sería una dimer diferente donde no existirían estas criaturas? Aunque si lo pensaba bien probablemente esas criaturas existirían solo en Japón donde nadie más se daba cuenta de su existencia porque ni siquiera el gobierno japones lo sabía y ¿lo iban a saber otros países? Aunque hablando del gobierno japonés cuál era el gobierno japonés en este tiempo. Si estaban en otro año debería haber otro gobierno cierto.

Pero por ahora no importa le preguntará a Wagner más tarde. Si con suerte le respondía podía saber algo más de su país en esta "dimensión".

Se levantó y se dirigió a casa por lo que podía saber era a estas horas en las que Wagner regresaba, le quería preguntar un sinfín de cosas pero por ahora solo unas cuantas no quería volverlo loco.

Junto con Tomioka regresaron a "casa" tenía muchas preguntas que hacer, preguntas que no habían hecho anteriormente.

Pero ahora que lo pensaba (otra vez) era un poco rarito que él se les acercara de la nada y les invitara a ir a su casa. Pero bueno igualmente no diría nada malo de la persona que los estaba dejando quedarse en su hogar.

Caminaron un buen rato hasta llegar, shinobu toco la puerta y escucho una voz invitándolos a pasar.

—Buenas tardes, ¿Dónde estaban?— preguntó Wagner con su típica sonrisa.

—Ah, estábamos paseando y—Tomioka no pudo terminar...

—Bueno, ¡igual no importa vengan a comer!—Dijo con una sonrisa más grande.

Tomioka pensaba algo, ¿Cómo Heinz era capaz de sonreír siempre? ¿Acaso vivía feliz siempre? ¿Siempre estaba feliz o simplemente fingía felicidad para que nadie se preocupara por el? Tomioka no lo sabía, pero igualmente, sentía que cuando Heinz sonreía le daban ganas de sonreír a el también.

Si decía que se sentía como en mentiría, pues este lugar era tan acogedor para el que sentía que era mejor que estar en casa siendo en "odiado por todos" aquí al menos, tenía alguien con quien hablar, pocas veces.

Si decía que se sentía como en mentiría, pues este lugar era tan acogedor para el que sentía que era mejor que estar en casa siendo en "odiado por todos" aquí al menos, tenía alguien con quien hablar, pocas veces

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Si buscaba en los más profundo de si, quizás si se sentía como en casa. Pronto sus sentimientos de querer salir de ahí desaparecieron, al menos temporalmente...

Shinobu y Tomioka en 1940Donde viven las historias. Descúbrelo ahora