EL ESTRUENDO provocó que Dudley se cayera del sofá. Los tres se quedaron inmóviles pero al escuchar otro fuerte ruido, fueron a una esquina y se pegaron contra la pared.
— ¿Q-que fue eso? – Tartamudeó Dudley.
Se oyó un crujido y tío Vernon apareció en la habitación. Llevaba un rifle en las manos: ya sabían lo que contenía el paquete alargado que había llevado.
Tía petunia fue directamente hacia Dudley y lo cubrió con sus brazos.
—¿Quién está ahí? – Gritó tío Vernon. – ¡Le advierto... estoy armado!
Hubo una pausa. Luego...
¡UN GOLPE VIOLENTO!
Los mellizos se tomaron de las manos y se escondieron tras la chimenea. Harry se puso delante de su hermana con el propósito de protegerla.
La puerta fue empujada con tal fuerza que se salió de los goznes y, con un golpe sordo, cayó al suelo.
Sin que los vieran, los mellizos asomaron un poco la cabeza fuera de su escondite. Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera.
El gigante se abrió paso doblando la cabeza, que rozaba el techo.
— Lo siento. – Dijo aquel hombre. Se agachó, cogió la puerta y, sin esfuerzo, la volvió a poner en su lugar. El ruido de la tormenta se apagó un poco. Se volvió para mirarlos.
— ¡Le exijo que se vaya de aquí! – Gritó tío Vernon, apuntándole con el arma. – ¡Esto es propiedad privada!
El hombre caminó hacia el tío Vernon.
— Cállate, pestilente rata inmunda. – Tomó la punta de la escopeta y la dobló como si fuera de goma disparando al techo. – Podríamos preparar té. No ha sido un viaje fácil...
Se desparramó en el sofá donde Dudley había estado antes.
El ojiazul salió poco a poco de su escondite.
—¡Ah! ¡Aquí está Harry! – Dijo el gigante.
Harry levantó la vista ante el rostro feroz y peludo, y vio que los ojos negros le sonreían.
— ¿Y dónde está tu hermana?
En un momento de valentía Hyacinth tomó airé y se mostró ante el hombre, sin soltarle la mano a su mellizo, quien la mantuvo detrás de él todo el tiempo.
El hombre sonrió aún más.
— La última vez que los vi eran sólo unas criaturas. – Dijo el gigante. – Se parecen mucho a sus padres, sobre todo tú, Hyacinth. Eres la viva imagen de tu madre.
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𝐇𝐘𝐀𝐂𝐈𝐍𝐓𝐇 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 || Draco Malfoy
Ngẫu nhiên𝐇𝐘𝐀𝐂𝐈𝐍𝐓𝐇 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 | DONDE Hyacinth es la melliza de Harry Potter, una de los niños que vivieron. Desde que tienen memoria sus tíos los trataban como si fueran sus esclavos. Pero cuando empiezan a recibir muchas cartas descubre que no era...