O8

449 56 17
                                    

Nayeon había estado almorzando con Minhyuk durante cinco días y luego se iba directamente a casa en los días pares. Ella y Jeongyeon no se dirigieron la palabra, ni siquiera para despedirse.

-Jeong... ¿Por qué lloras?- preguntó por sexta vez Momo, quien había corrido a la casa de su amiga tan pronto como ella le había pedido que fuera allí.

-Momo...- Finalmente pareció poder hablar. -Es el quince...

Su amiga se dio cuenta de inmediato. Era el quince de septiembre, el día de su aniversario, el día en el que Jeongyeon y una chica que no tenía idea de quién era se juntaron, se juraron amor eterno, juraron nunca abandonarse la uno a la otra.

-Oh... Jeong...- dijo la japonesa, acariciando su espalda. -¿Por qué no intentas organizar una cena? Nada excesivo, no como si... Todo fuera... Normal.- Hizo una pausa por un momento. -Una cena sólo en honor de la ocasión. Tal vez incluso puedas resolver esta tensa situación entre ustedes.

-¿Tú crees?- preguntó su amiga con una mirada esperanzada.

Momo le sonrió para tranquilizarla. -¡Sí! ¡Estoy segura de que le gustará! Es una buena idea. Solo serán tú, ella y Chae. Hazle su plato favorito. El gusto es ciertamente un sentido que no se olvida.

-Tal vez... Es una linda idea.

-¡Sí, claro! Tal vez incluso podrías darle un regalo.

-¿Un regalo?

-¿Algo que le guste?

Jeongyeon resopló. -Había un collar que le gustaba pero nunca pude conseguirlo porque era un poco caro. Pero quiero mostrarle que vale más que cualquier otra cosa. Quizás recuerda el collar y nosotras viéndolo.

-¡Me parece una idea fantástica! ¿Quieres que te ayude a organizar?

-No... ¿Puedes simplemente cuidar a Chae mientras voy a comprarla y voy de compras?

-Cierto. No te preocupes, la tía Momo se encargará de ella.

-Entonces tal vez debería preocuparme.- bromeó la otra con una sonrisa melancólica.

***

-Hoy el taco no estuvo el mejor.- ffirmó Minhyuk. -¿Recuerdas ese lugar al que siempre íbamos?- preguntó pero inmediatamente se respondió él mismo. -Oh sí... No puedes recordar eso.

-Lo siento. Estoy causando muchos problemas.

-No, no es verdad. Y si te hacen pensar lo contrario, no te merecen.- Regresaron al edificio donde trabajaban y tomaron el ascensor. -¿Se te ha ocurrido algo últimamente?

-No, no recuerdo nada. Es como si los últimos años hubieran estado llenos de ese sueño.

Las puertas se abrieron y Minhyuk salió del ascensor. -Sin embargo, algo debe significar. Quizás las cosas entre Jeongyeon y tú no estaban bien.

-Es probable. Ahora no nos llevamos bien, no parece mi tipo en absoluto.

El chico abrió la puerta y dejó entrar a Nayeon primero. -Tal vez tu subconsciente te estaba diciendo que estabas mejor conmigo.

***

-La pasta aglio e olio, el sushi de salmón, el collar... Me parece perfecto.- dijo Momo orgullosa de su amiga.

-Yo... Yo también escribí una carta. ¿Tú piensas que es estúpido?

-No, no lo creo en absoluto. ¿Que dice?

Jeongyeon se encogió de hombros. -Nada, solo que la esperaré y estaré cerca de ella en este momento difícil. Le expliqué que estoy irritada pero no enojada con ella.

Momo sonrió. -Estoy segura que le encantará.

-Ojala.

-Bien... Son casi las siete, pronto llegará, ¿verdad? Mejor me voy.

-Gracias.

-No lo mencione. Déjame saber que pasa entonces.

La japonesa se dirigió hacia la puerta y desapareció de la vista de su amiga. Jeongyeon le había dado un biberón a Chaeyoung después de cambiarla y la había puesto en la cuna con la esperanza de que pudiera dormir un poco, al menos al comienzo de la cena. Claro, no era el típico aniversario que pasaban juntas, pero al menos lo celebrarían. A las siete y media sacó el vino espumoso de la nevera; en parte tenía miedo de que pareciera excesivo, pero Momo le había dicho que no lo era en absoluto, era sólo una cena y cualquiera habría apreciado tal gesto, incluso un simple amigo. La chica se sentó y trató de contener su emoción. Todo hubiera sido perfecto, no faltaba nada. La única que parecía faltar era Nayeon, pero pronto estaría allí.

***

El reloj marcaba las ocho y diez minutos y la emoción habitual de Jeongyeon había sido reemplazada por preocupación. ¿Por qué no volvía? Se levantó para llamar a Tzuyu, cuando escuchó el sonido de las llaves de la casa. Dio un suspiro de alivio y se paró frente a la puerta. Intentó no sonreír demasiado porque no quería mostrar demasiado su emoción.

-¡Oh mío Dios! ¡Me asustaste!- exclamó Nayeon.

-Lo siento, esa no era mi intención en absoluto.

-¿Chae?

Nayeon cerró la puerta detrás de ella y Jeongyeon estaba a punto de decirle que la cena estaba lista, cuando notó algo que inmediatamente hizo desaparecer cualquier emoción positiva. Se acercó a ella con un rostro totalmente diferente al anterior, mirando a un punto fijo de su cuerpo. Nayeon no entendía lo que quería de ella.

-¿Qué es esto?- preguntó con firmeza, tocando la zona roja en el cuello blanquecino de la otra. Nayeon inmediatamente cubrió el área. -Nayeon, ¿¡qué carajo es esto!?- gritó.

-No tengo que darte explicaciones, no estamos juntas.

-¡Joder!- gritó frustrada, alejándose. -Tú no estás conmigo pero la Nayeon del pasado sí. Nayeon, ¿qué es?- La chica no tuvo el valor de responder. Se sentía como una chica pequeña que huye para encontrarse con su primer amor. Jeongyeon intentó calmarse pero no pudo. Caminó de un lado a otro respirando profundamente, luego se volvió de nuevo para mirar a la mujer que ya casi no reconocía. Sólo sus ojos le dieron la certeza de que realmente era ella. Es cierto, los ojos son verdaderamente las ventanas del alma, pero en ese momento los ojos de su preciosa Nayeon se veían muy sucios. -¿¡Te estaba esperando, te preparé la cena y Lee te estaba jodiendo!?

-Jeongyeon, no grites.

-¿¡No grites!? ¿¡Te estaba dando tu espacio, estaba esperando poder recuperar lo que teníamos y te encuentro en mi casa con un chupetón!? Nayeon, ¿entiendes lo que esto significa? Tú... Eras mía y ahora otro hombre te ha tocado. Tocó a mi mujer.- Las lágrimas comenzaron a caer. No pudo detenerlos. -¿Qué... Qué debo hacer?- preguntó para luego abandonarse al llanto histérico.

Nayeon se quedó allí, hasta que escuchó el llanto de Chaeyoung y salió corriendo de esa incómoda situación.

Estoy releyendo mi libro 2yeon favorito y nunca leo un libro dos veces.
Creo que ya lo dije, pero de verdad, si tenéis oportunidad, lead "I'm not for you", el libro que me inspiró para Extrañeca

Nightmare|2YEON|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora