Shots to the soul

Compañeras, no hermanas.

Solía confundir el cariño con la amabilidad.
Pues en aquel entonces no tenía una amistad que cambiara mi desastrosa soledad.

Creo que en mi niñez fui un poco más feliz gracias a ustedes.
Hasta que empezaron a juzgarme por tener algo que algunos pocos pueden.

No era mi culpa tener padres que me amaran y apoyaran.
Aunque su cariño a ustedes también repartieron como si nada importara.

Por eso me dolió tanto darme cuenta.
Ver la realidad y que sus actitudes hacia mí eran solo una apariencia.

Cada que había un problema ustedes ni se molestaban en ocultar.
Que en el lado opuesto a mi siempre iban a estar.

Ni hablar de los chicos que a mi me llegaban a gustar.
Pues a ustedes les encantaba con ellos siempre coquetear.

Nunca me enojé y constantemente me ponía de lado.
Tenía miedo de arruinar la amistad por un simple amor pasajero y equivocado.

Me di cuenta tarde que nunca encajé.
En lo que se supone que con ustedes debía ser.

Para ustedes, que yo siempre en todos lados las defendía.
Qué pena haber desperdiciado tiempo y esfuerzo en personas que no lo valorarían.