No sé que clase de maldición debo poseer.
Que todos a mi alrededor en mí nunca quieren creer.
¿Por qué tanto rencor hacia mí?
Busqué tantas maneras de ayudarte de las que me gustaría alguna vez admitir.
Mi amistad nunca fue una farsa.
Tampoco fue mi culpa que él cometiera hacia ti esa abrupta e inesperada falta.
La vida no es justa, ya lo sé.
Al parecer me echabas la culpa de los problemas amorosos que en la tuya comenzaban a aparecer.
Siempre te dije lo hermosa que eras.
Y que a la hora de seguir tus sueños jamás te detuvieras.
Te agradeceré eternamente por estar en uno de los días más aterradores de mi vida.
Sin ti conmigo, jamás hubiera sobrellevado todo lo que en ese momento sentía.
Para quién creí ser una bonita amistad.
Y que a su versión de la historia, le faltó mi otra mitad.
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Shots to the soul
PoetryÉstos no son poemas de perdón, son poemas de lo que realmente sentí. Y que de alguna u otra manera ya debo dejar ir.
