Yes, Mr. Shen » Ryuvin

« 02 »

— Date la vuelta — ordenó el profesor acomodándose el cabello para luego llevar una mano a su pantalón.

Gyuvin sin rechistar procede a hacerle caso, pero son interrumpidos por unos golpes en la puerta.

— Profesor Shen, soy la maestra Hyunmi, ¿Vendrá a almorzar con nosotros? — interroga una voz femenina detrás de la puerta.

— Luego terminamos con esto — advierte con una sonrisa al menor.

— Eso lo veremos, profesor — murmura sonriente Gyuvin.

Shen sale del salón siendo seguido por Kim, este suspira y se pone en marcha a su casa con un leve sonrojo en su rostro.

•••

— ¿Cómo te fue hoy, Gyunnie? — pregunta de manera cálida su madre al cruzarlo cerca de la cocina.

— Mal, es una mierda todo, y más el profesor — se queja pensando en aquel pelirubio, en aquellos ojos que lo miraban con tanto deseo, en sus labios. Mueve su cabeza tratando de quitar esos pensamientos.

— Como sea, debes comportarte por qué no voy a permitir que seas echado de nuevo, no tengo suficiente dinero y tiempo para estar gastando en buscar otro colegio en el que te reciban — advierte tranquila.

— No te preocupes, aunque el colegio sea mierda pura, me voy a quedar — confiesa Gyu sonriendo, y se aleja de ahí esperando encontrarse con su hermanita menor.

•••

"— Oh, dios~... más por favor, .... más Mr. Shen."

Gyuvin es despertado por la alarma quitándole un grito de molestia y además ese sueño que no le gustaría tener, .. ¿O si?, se queda recostado algunos minutos más hasta que decide levantarse.

Al terminar de desayunar sale de su casa y toma el autobús que va hasta el establecimiento, al llegar ingresa sin muchas ganas, a lo lejos observa al maestro Shen hablando amistosamente con una profesora, esa zorra es Hyunmi, gruñe sin saber por qué.
Pasa cerca de donde se encontraban ambos maestros, y golpea disimuladamente a Shen, este lo mira sorprendido y luego en su rostro se forma una sonrisa.

— Te veo luego — se despide Ricky de Hyunmi, mientras se dispone a alcanzar a Kim — ¿Quieres aumentar tu castigo? — dice una vez que se encuentra al lado de este.

— No le tengo miedo — dice Gyuvin mientras camina a la par de Ricky.

— No se trata de eso, pequeño — informa el pelirubio.

— Me da igual — dice fingiendo poco interés — si usted me hace algo... voy a golpearlo, y le juro que le va doler — advierte para mirar a Shen a los ojos.

— Te ves tan tierno intentando parecer malo — se carcajea Ricky.

— Adiós — bufa Gyuvin molesto marchándose a su salón.

•••

La mirada de Ricky se mantenía sobre Gyuvin, así estuvo durante toda la maldita clase mientras explicaba un tema que poco le interesaba.

— Parece que le gustas mucho — le susurra el mismo castaño de la vez pasada sonriendo.

— No es así — niega molesto Gyuvin.

— Deberías aprovechar... yo lo haría si estuviera en tu lugar — admite Taerae.

— No soy gay — finaliza dejando de prestarle atención.

•••

— Muy bien, ya todos pueden retirarse — indica el maestro Shen — menos tu — dice deteniendo a Gyuvin cuando ya no hay nadie en aquel salón.

— Déjeme — dice firme.

— Vamos a terminar lo de ayer.

— ¿Terminar?, ni comenzamos — ríe Kim.

— Entonces... comencemos — incita Ricky acercándose peligrosamente a Gyuvin.

— Esto le puede costar su trabajo, titulo... todo — murmura el pelicastaño.

— Me voy a arriesgar — sonríe mostrando sus dientes. Antes de que el pelirubio pueda tomar a Kim, este se escapa rápidamente.

— No de nuevo — persigue al menor quien intenta alejarse.

Luego de unos segundos Gyuvin termina arrinconado en los baños.

— Vamos, lindo — dice tomando aire — se que deseas esto tanto como yo.

El menor siente a Ricky muy cerca, casi aplastándolo, ve a un lado la perilla de una de las duchas y no duda en girarla haciendo que ambos queden empapados en segundos.

— Mierda — se queja el mayor — eres un chico malo Gyuvinnie, y debo castigarte por eso — toma el rostro ajeno entre sus manos mientras observa a Kim todo mojado — lo que haría si no estuviéramos en este lugar — admite mirándolo con deseo para luego soltarlo.

Sin poder evitarlo, Gyuvin asalta los labios de su profesor uniendolos en un beso fugaz.

— Que le quede claro profesor, no soy gay — informa para luego irse de ahí, dejando a Ricky con una gigantesca sonrisa.

— Vas a ser mío, cariño — susurra acomodándose el cabello.

Gyuvin toma su mochila que había dejado caer cuando era perseguido por aquel hombre, una vez que se la colgó en su hombro se puso en marcha a su hogar.

•••

— ¿Qué pasó? ¿Por qué estás todo mojado?.

— No pasó nada, mamá — murmura Kim dirigiéndose a su habitación.

En toda la noche Gyuvin no logra conciliar el sueño por tener en su mente a su sexy profesor.

— Sal de mi cabeza, idiota.