Romance y Perjuicios.

PRÓLOGO

SIETE AÑOS DESPUÉS

Lauren pov

-Dave dónde has metido la batería de mi cámara?-

Estaba como loca buscándola por toda la casa. Dave sabía que tan ñoña puedo llegar a ser con mi equipo y se pone de necio a ponerle la mano a mis cosas.

Haré un resumen breve. Hace siete años pasé la etapa más difícil en el amor. Recuerdo cuando papá y mamá me convencieron de venir a vivir a Los Ángeles por lo menos por un tiempo, admito que creí que iba a ser una mierda, pero no fue así. La relación entre papá y yo mejoró muchísimo! Tanto que decidí quedarme a vivir definitivamente con él. Tanto Dave como mamá venían a visitarme siempre que podían y eso hacía las cosas más fácil para mi.

Pero en cuanto a ella...

No fue nada fácil de superar, duré aproximadamente un año para poder lograr superarla. En ese lapso de tiempo visité el psicólogo, acepté la ayuda profesional que tanto mamá y papá me insistían en que debía aceptar. Traté de salir con más chicas pero simplemente no funcionó, la tenía muy metida dentro de mi y eso me hacía imposible que yo pudiera fijarme en alguien más. Finalmente cuando logré dejarla en el pasado -si es que verdaderamente la dejé- empecé a ver la vida de otra manera, le puse ganas y aprendí con ayuda a controlar todo el tema de mi ira. Nuevamente intenté salir con alguien pero no funcionó así que decidí dejar el amor a un lado y enfocarme en hacer algo productivo para mi vida.

Entré a la universidad a estudiar fotografía y medios audiovisuales, pasé algunos años en eso, especializándome y tratando de ser la mejor. Y claro, convencí a Dave de estudiar conmigo, fue todo un proceso porque él no quería estudiar y mucho menos dejar Miami, así que tuve que enseñarle que tan bonito era el arte, el cine y todo lo que deriva de eso. El resultado fue bueno, porque terminó enamorándose de ese mundo y aceptó estudiar conmigo.

Lo realmente bonito fue el día de nuestra graduación. Atravesamos los obstáculos juntos, pasamos muchos malos ratos juntos para finalmente graduarnos juntos. Poco después de graduarnos pusimos un studio de fotografía, desde el momento cero nos fue bien y mas porque teníamos una reputación dentro del mundo del cine y éramos conocidos por hacer trabajos para grandes compañías cineastas. Y aquí estamos.

Hace unos seis meses compramos un departamento el cual compartimos, es relativamente grande para dos personas, pero lo sentimos perfecto para ambos, tomando en cuenta que algunos asuntos de trabajo lo resolvemos desde casa.

-Oh! La tomé prestada porque la mía no estaba funcionando- Él respondió.

Detuve mi búsqueda y me crucé de brazos suspirando.

-Entonces qué mierda hago con mi cámara?!-

Cabe destacar que él está en su studio y yo en el mío. Estamos gritándonos como si fuéramos dos desquiciados.

Ambos tomamos dos de las cuatro habitaciones que poseía el departamento para hacer un studio improvisado. Dónde editábamos las fotografías que tomábamos en eventos y algunas películas y videoclip que filmábamos a grandes artistas.

Amaba mi trabajo, y sé que Dave también.

-La batería está en mi habitación, logré comprar una para mi cámara-

Lo escuché gritar.

Entonces salí de mi studio y me dirigí al de él, allí estaba sentado frente a los cuatro monitores que utilizaba para hacer su trabajo, su cámara descansando al lado de él, y una música suave retumbaba en la habitación.

-Creo que merezco que me des la batería nueva y quedarte con la que me pertenecía-

Él se rió a la vez que negaba. -Mi batería nueva dártela a ti? La tuya tiene mucho tiempo de uso-