Capítulo 8: Entrenamiento

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A medida que los días pasaban, el ambiente una vez eufórico se había calmado, la calma traía ansiedad a la joven bestia, la vida tranquila, sin mucho que hacer era su peor enemigo. Por lo que decidida a hacer algo paso primero por la "enfermería" del lugar, en un esfuerzo por querer ayudar, noto que la enfermera del lugar estaba al borde del colapso frente a la ausencia del doctor ¿Qué ocurrió con aquel hombre? No lo sabía, solo sabía que su ausencia estaba causando que la pobre anciana este trabajando con pocas horas de sueño y cafeína en su cuerpo.

Cuando entre a aquel improvisado lugar, Anna la anciana parecía aliviada de que alguien le ayudara.

- Oh, Alexa- la mujer le sonrió- que bueno que llegaste-

Alexa le sonrió de forma amable.

- ¿Puedes ayudarme con el inventario? Y con los bebés por favor – pregunto, pero más que una pregunta parecía suplica

- Claro- Alexa tomo unas hojas sobre el pequeño escritorio desordenado de la mujer y comenzó a revisar los estantes, comenzando a anotar la cantidad de medicamentos disponibles y su fecha de caducidad. Tenía cierta experiencia revisando inventario, aunque hoy en día esto se hacía de forma más digital, sabía que escribir en el papel.

Cuando termino, cerca de hora y media después como si se tratara de una campana escucho el primer llanto de un bebé, seguido de un coro de todos. No eran muchos los pequeños que había en la guarida son 5 en total, todos sobrevivientes de alguna masacre, huérfanos como ella sin nadie que cuide de ellos salvo la enfermera y quizás Deimos de vez en cuando.

Se acerco a las cunas improvisadas y tomo a dos en sus brazos, ambos bebes se calmaron rápidamente al sentir el calor de alguien cerca.

Reviso si era necesario cambiar los pañales, mudando a algunos, sentía que la mayoría lloraba porque era momento de la cena.

Ayude a darles el biberón, algunos aun eran muy pequeños para sostenerlos solos.

Sostuve al pequeño bebé que había rescatado mientras le daba su biberón. Aun no tenía nombre, la enfermera me había dicho que podía colocarle el nombre, pero si no quería, cuando Deimos volviera él le colocaría alguno. Lo medite un día, pero no se me ocurría un nombre genial.

- Eres un buen chico ¿verdad que sí? - hable mientras le daba pequeñas palmaditas en su espalda para hacerlo eructar. Anna me había dicho que era muy tranquilo para su edad.

- Te encariñaste con esa pequeña cosa- me detuve en seco al escuchar la vos de Kamila, suspire tratando de ocultar mi desagrado, últimamente me la topo con mucha frecuencia, es como si siempre supiera donde estoy.

Trate de ignorar su comentario, mientras seguía en mi labor, pero ella tomo entre sus manos a un bebé como si cargara un cachorro sucio, podía sentir que detestaba tener a un bebé cerca, deje al pequeño en la cuna y lo arrope. Me gire para quitarle al niño, pero en ese momento el pequeño bebé se puso rojo antes de llorar, me apresure rápidamente ya que Kamila se atrevió a soltarlo.

El pequeño lloraba en mis brazos mientras trataba de calmarlo.

- ¡está loca! - le dije alzando mi voz, haciendo llorar a otro bebé, baje mi voz y me acerque a esa estúpida mujer- no puedes alzarlos de esa forma y menos dejarlos caer-

- Esa cosa huele mal- exclamo alejándose

- Es un jodido bebé... ellos no controlan eso- exclame colocando al bebe en la cuna y cambiándolo rápidamente.

Una vez que controle los daños, intercambie algunas palabras con Anna antes de salir, Kamila me seguía con una sonrisa en la cara.

- ¿Por qué me sigues? - pregunte

Amor & Sangre: DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora