Familia Park II

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La vida era justamente injusta en ciertas ocasiones. Demás está decir que tampoco era fácil; ciertamente, ese era el entretenimiento en esta guerra de supervivencia contra el tiempo, pues, aunque no siempre salimos victoriosos, se debe de disfrutar el proceso de fracaso.

Las dolencias, las pérdidas, el cansancio eran un amplio contraste con la felicidad, el éxito y la abundancia.

Cuando Jimin y Taehyung llegaron a es lujosa y enorme mansión, se sintieron nerviosos y un poco abrumados; ¿qué se encontrarían en ese lugar? ¿Estaría la mujer que le dio vida a Jimin con vida?

Taehyung tuvo un horrible pensamiento en todo este proceso.

Egoístamente él esperaba que no.

Si la madre biológica de su hermano estaba con vida, Jimin se olvidaría de todos, de nuevo lo perdería. Sabía que estaba mal, pero no podía permitir que alguien que no hizo nada por buscar a su sangre, teniendo los lujos que parecía tener, le quitara a Jimin de su lado.

Shenzhen había sido una encantadora ciudad de pesca, actualmente, la tecnología era la base de sus finanzas. Seojun les había informado que los familiares de Park Luhan se encontraban residiendo en las afueras de la ciudad, eran dueños de una importante empresa que fabricaba drones.

Al inicio, Taehyung estaba reacio a venir a investigar, temiendo lo peor; sin embargo, la carita de cachorro de su hermano junto con las dudas acerca del tipo de lazo que tuvieron sus padres biológicos le habían hecho aceptar.

Estando en el lugar, no estaba seguro de haber tomado una decisión correcta.

Un hombre elegante les abrió la puerta. Era un beta, pero vestía increíblemente bien.

-Lo siento, no se aceptan visitas sin cita -dijo con voz pastosa, altivo. Deteniendo su mirada en el único omega, recobrando la postura en segundos.

Taehyung bufó, dispuesto a marcharse de inmediato, sin embargo, Jimin apretó su mano.

-Buenas tardes -saludó Seojun detrás de ellos- soy el detective Park Seojun, me comuniqué con la familia esta semana para hacerles unas preguntas.

-Oh claro, coreanos -dijo despectivo, tratando de disimular el desprecio en sus palabras- Acompáñenme, le diré al señor que tiene visitas.

Los tres fueron guiados a una amplia sala de estar, alfombrada y con mullidos sillones que eran decorados por esponjosos almohadones. Se les ofreció té y galletas, y se les dejó solos por un corto tiempo.

-Buenas tardes -un alfa robusto se acercó a ellos a paso lento, Jimin se dobló un poco en su lugar, pues el hombre se había detenido detrás de él- Mi nombre es LuZitao, ¿en qué puedo ayudarles?

Entonces el alfa por fin conectó miradas con el rubio.

Y Jimin lo supo.

Ese hombre lo reconocía.

LuZitao le miró estupefacto, dirigiendo su vista hasta Taehyung a quien también parecía reconocer.

-Vaya... Será mejor que tomemos asiento.

El alfa sabía coreano. Un poco torpe, pero lo manejaba muy bien.

Seojun no sabía que esperar, el hombre claramente había reconocido a ambos cachorros, incluso parecía que estaba viendo a un par de fantasmas.

Lo curioso era que parecía muy joven para tener conocimiento de Jimin y de Taehyung, esto en caso de haberlos visto antes de que fallecieran las madres de los muchachos.

Save Me |Libro #1| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora