Capítulo 04

616 74 2
                                    




Un chico de cabellera azul se encontraba fumando en el balcón de su cuarto mientras hablaba por teléfono con una de sus amigas.

-¿Entonces conseguiste el permiso? –preguntó la alfa.

-Obvio que no –respondió despreocupado- sabes que papá Jin jamás me dejaría ir a una fiesta después de las 11.

Demonios Kim Taehyung! –gritó con molestia- Mis padres solo me darán permiso si vamos juntos.

-No te preocupes Lisa, le mentí a papá Namjoon y cancelé nuestra ida a acampar porque supuestamente se adelantó mi celo, papá Jin cubrirá urgencias hoy por la noche, así que estoy libre de ir y venir a esa fiesta sin que se den cuenta.

Diablos! –volvió a repetir la chica- soy muy mala influencia para ti, y pensar que eras un niño bueno y obediente a principios de año.

-Sigo siendo bueno y obediente –dio una calada al cigarro- bueno, a veces.

-Como sea, ven a mi casa a las 10, mamá dijo que nos prestaría el coche –Kim sonrió alegre, prefería manejar a ir en taxi- por cierto, olvidé mencionarte que Min Jungkook también está invitado a esa fiesta, adiós.

El peliazul maldijo por lo bajo colgando la llamada, su amiga sabía cómo molestarlo.

Por lo regular él era una persona alegre y social, siempre trataba de llevarse bien con su alrededor, era amable, caballeroso y trataba a todos por igual, sin importar el género, sin embargo, había solo una persona que le molestaba con solo verlo.

Ese no era más que Min Jungkook, un alfa un año menor que él, un chico que a simple vista causaba cierta ternura por su forma tan infantil de ser, con sonrisa de conejo que contrastaba con el buen cuerpo que se cargaba –algo que Taehyung jamás admitiría, como el hecho de que tuvo un pequeño crush con él cuando lo conoció.

Le dio una última calada a su cigarro y lo apagó en la barrita de la terraza, soltó el humo despacio, disfrutando el sabor.

Sintió los efectos de la hierba que relajaban su cuerpo y le hacían sonreír sin ninguna razón en específico, la brisa de la mañana golpeaba su rostro, junto con los recuerdos de su borrosa infancia.

En su mente aún guardaba la imagen de un niño rubio con mejillas regordetas y sonrojadas, el héroe sin capa del que no tenía idea qué había pasado con su vida y que diariamente tenía en sus oraciones.

El leve toque de su puerta le hizo abrir los ojos con pánico, entró a su habitación cerrando la puerta de la terraza detrás de sí, corrió al baño y con rapidez buscó el gotero de lubricante de retina, se aplicó dos gotitas en cada ojo y pestañeó mirando su reflejo en el espejo. No se miraba tan mal.

-Taehyunnie, ¿estás bien? –preguntó su padre fuera de la habitación.

El nombrado tomó aire con fuerza, tratando de mantenerse firme y sin querer se le escapó una risilla, no era el momento, pero todo le parecía muy gracioso.

Aún con una sonrisa divertida, tiró de la cadena del baño y salió para abrirle la puerta a su padre omega.

-Buenos días, pa' –saludó tratando de parecer tranquilo y aguantándose las ganas que tenía de soltar una carcajada.

-Amanecimos de buen humor, ¿he? –dijo su padre con una ceja levantada- creí que estarías con un humor del asco si tu celo se ha adelantado.

Taehyung se maldijo internamente, había olvidado por completo que supuestamente su celo ya había comenzado.

Save Me |Libro #1| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora