Kyle broflovski x tú

5

-Jueves

Narra desde tu perspectiva

Estaba comenzando mi cuarto día desde que llegué a South park, sigo sin aceptar el mensaje que envié ayer, estoy tan avergonzada, siento que no podré ver a Kyle a la cara, peor aún ya que el transporte escolar si pasará hoy

Alisté mis cosas y esperé pacientemente el autobús, ya que al parecer me comencé a arreglar demasiado temprano

Después de unos cuantos minutos pude ver a la distancia como el gran autobús amarillo se acercaba y entre menor era la distancia más sentía mi cara arder

-¡Dios!, ¿Por qué no puedo solo superarlo?

Dicho esto y con un poco de frustración me subí al autobús, sentí como si no estuviera enterada de mi realidad y pasé de largo a todo aquello que me detuviera, pero mis planes fueron estropeados cuando una mano agarró mi brazo y me jaló, obligándome a sentarme

Me tomó un poco desprevenida, así que tarde un poco en asimilar que acababa de pasar, cuando salí de mis pensamientos pude ver quién me había jalado

-¿Kenny?

-¡Genial! Me reconociste

Se veía muy diferente, no tenía aquella sudadera naranja que le tapaba casi toda la cara, en cambio, hoy tenía puesto un chaleco color naranja, pude notar que tenía varias cicatrices alrededor de los brazos y unas cuantas por la cara

-Pero... ¿Por qué me jalaste?, por un momento me asusté

-Oh, disculpa, te veías tan perdida que no notaste que el autobús iba a arrancar, y créeme, no querrás caerte teniendo "aquella responsabilidad" sobre ti- dijo eso haciendo un gesto de comillas con sus manos

Tardé en asimilar que "aquella responsabilidad" era el huevo del proyecto

-Dios, muchas gracias Kenny, lo olvidé por un momento

-Jaja, no te preocupes, es lo menos que puedo hacer por una lindura como tú

No podía creer lo que acababa de escuchar, ¿Lindura?, ¿De dónde salió eso?; decidí no responder y solo quedarme callada, pero lo que no pude ocultar fue un pequeño sonrojo que aparecía en mi cara, solo esperaba que no lo notara

-Jajaja, de verdad que eres fácil de halagar

-Cállate idiota

-Jaja, lo que digas linda

Traté de ocultar lo más que pude el sonrojo que sentía en toda mi cara, no podía creerlo, a alguien como yo que le costaba hablar con las personas, y que de un momento a otro la estén bombardeando con halagos, sea quien sea no puedo evitar el sentir pena

Después de unos minutos que me parecieron eternos llegamos a la escuela, con toda la conversación del autobús olvidé la razón por la cual estaba tan perdida en un principio, no fue hasta que escuché la voz más familiar de todos

-¿Dormiste bien dormilona?, ¿O acaso olvidaste aquel mensaje extraño?

No pude evitar sentir la misma pena del principio, pero podía notar algo diferente en su voz... ¿Estaba molesto por algo?

-C-claro que no lo olvidé, pero no te iba a dar el gusto de acordarte

Intenté hacerme la fuerte, no porque me sintiera mal, sino porque no quería detonar algo desconocido

Simplemente me volteó a ver con una cara un tanto seria y con un toque de molestia, estaba muy confundida y no sabía cómo reaccionar, cuando finalmente iba a contestar algo solo colocó su mano sobre mi cabeza y comenzó a moverme el pelo causando que me despeinara