Reunion de inversionistas

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[Un mes después]

Iniciaría cómo su asistente, intentaría hacerme a él.

Esto me dolía, no quería hacerlo, pero tenía qué. Mi padre ha hecho por
mí muchísimas cosas, puedo hacerlo, por él.

<<Es tu primer día Ali, tu puedes>>

Me animé a mi misma.

Me pregunto como será el señor Alejandro. Casi no se habla de él,
pues su vida es muy privada.

Bajé las escalera, vi a mi madre muy feliz sentada.

—Hola mami, buenos días. –Dije mientras le daba un beso en la
mejía. –Dónde están los demás?

—En el despacho, tu padre está muy nervioso algo tiene, pero no me dice.

—No mamá, no pienses eso.
Sabes que, mejor deseame feliz día,
hoy empiezo a trabajar.

Sonrió y me abrazo. Después de comer, mi padre me llevó hasta la
empresa. Antes de entrar compré un café para Alejandro, sabía si le gustaba, pues no lo conocía.

Conocía esta empresa al derecho y al revés, sonreí al recordar a mi hermano y a mi corriendo por estos lugares.

Después de 30 minutos aproximados
terminé de guardar mis cosas en el pequeño escritorio afuera de la oficina
Alejandro.

Distraída voltee a ver en la entrada y lo miré; era bastante alto,
tenía unos ojos que intimidadan,
labios ligeramente grandes y rojos, pómulos marcados y el cabello sumamente negro azabache,
ojos azules, cejas poblabas y atravez del traje podía observar que
estaba fornido.

Sonreí y hablé;

—Buenos días señor Alejandro, me presento soy Alice Noriega, su nueva secretaria.

Su semblante serio cambio por un segundo y me miro atentamente, <<tenía mirada de cazador>>, sus ojos azules me observaban y yo solo
sonreía.

En ningún momento quito su mirada, solo habló;

—Bien, solo has bien tu trabajo, si necesitas algo estoy en mi oficina, en mi escritorio esta la agenda.

—Claro, así será. En su escritorio puse un café, espero le guste. Si necesita
algo llámeme.

Asintió y se fue.

No puedo negar que era guapo,  extremadamente guapo.

Pero era hora de hacer mi plan, acercarme al magnate.

Camine unos pasos y toqué, escuche decirlo adelante.

Me acerqué al escritorio y tome la agenda. La inspeccione y hable;

—Señor tiene una reunión hoy. Necesitara acompañante. ¿Quiere que le llame a alguien?

—No. Iras tú conmigo, necesito
a alguien que sepa, según tu
curriculun tienes experiencia.
Quiero que sepas que esto no es una celebración, es por trabajo y
nada más por eso. ¿Quedó claro?

Sonreí y asentí. Al parecer todo esta saliendo bien.

—Quedo claro señor. Espero no defraudarlo.

—También espero lo mismo Alice. Antes de irte recuerdame que a las 2 tengo que a comer con mi prometida.

<<Prometida?>>>
No puede ser, por qué?
No me gustaría meterme en
su relación.

—Alice, pasa algo? -Preguntó totalmente serio, parecía una máquina incapaz de sentir emociones.

Yo era todo lo contrario, era muy expresiva, una mirada podía
decir más que mil palabras mías.

El Magnate Millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora