Memories - Sungtaro [Adaptación]

Prólogo

"¡Estoy seguro de que te veré esta vez!" su Papá le dijo la otra noche. Ese día, lloviómás fuerte que nunca, Shotaro podía recordar exactamente ese momento. Una especiede firmeza en la mirada del hombre hizo que el niño sospechara un poco. Solo sabeque su padre está muy ocupado, y solo hay un día en el año en el que seguro severán, que es su cumpleaños. Ese año tenía 10 años, pero por muy ocupado que estuviera,su abuelo volvía a felicitarlo. En este momento, puede reunirse y hablar con supadre, sentarse juntos y divertirse.

"Sabía que vendrías papá". Dijo cuando su padre lo abrazó, su hijo estaba extremadamentefeliz. Disfruta mirarlo con un traje brillante corriendo a abrazarlo, porque estemomento siempre es corto. El padre siempre se despierta antes que su hijo y nose va hasta que se duerme. Aunque su madre solo le cuenta la historia, que su padresale a ganar dinero para construir una casa grande para Shotaro, comprarle un autogrande a Shotaro.

"Shotarodebe confiar en papá" Dijo su padre después bajó la cabeza y presionó sus labioscontra su frente como un saludo de buenas noches. Shotaro quiere que su papá terminela historia. Su padre le dijo que el rey necesitaba proteger al país de un dragónmalvado, así que no podía regresar, porque lastimaría a las personas que atesoraba.

"Te amo más quenada en el mundo Shotaro" El niño sintió algo húmedo en la cara de supadre cuando lo soltó. Al ver lágrimas en sus ojos, su corazón tembló, no queríaver a su padre así.

"Papá no llores,Shotaro también te quiere" Dijo el chico mientras le limpiaba las lágrimascon la mano.

"Shotaro no necesitaque papá tenga mucho tiempo libre para estar con él, siempre y cuando no llore".

"Shotaro escuchaesto que te digo" El hombre se secó las lágrimas con la mano como si se hubieradecidido.

"Shotaro, ¿recuerdascómo jugar al escondite?"

"Cuenta del1 al 10, no abras los ojos" Shotaro solía jugar este juego con su padre ensu cumpleaños todos los años. Cuando abra los ojos, verá una caja de regalo sorprendentementegrande.

"Shotaro tieneque estar callado esta vez, solo cuenta con tu boca, no lo digas"

"¿Me escucharascontar?" Shotaro preguntó confuso, su padre solo sonrió levemente, pero sucorazón estaba lleno de tristeza. Hubo un sonido retumbante en el cielo, y Yutaabrazó a su hijo con fuerza.

"Taro debesconfiar en tu padre" Dijo aunque sintió que su padre estaba a punto de llorary enfatizó cada palabra "No dejes que otros se enteren de que estoy aquí.Escucha a tu padre, pase lo que pase, Shotaro debe cerrar los ojos, cerrar laboca y seguir contando como lo hacemos nosotros dos. ¿estamos de acuerdo?

"¡Sí!"El niño cree que lo que dice su padre siempre es cierto, por lo que lo creeincondicionalmente, sin tener ninguna sombra de duda.

"Cuenta del1 al 10" El padre sonrió, levantó la mano y palmeó la cabeza de su hijo. Shotaroescuchó el sonido de ruedas frente a la casa. Luego se oyó el sonido de lalluvia. Yuta abrazó a su hijo, dejando a Taro un poco sin aliento. Por alguna razón,contuvo las lágrimas.

"Te amo. Te amomas que nada en el mundo" Papá volvió a llorar, esta vez fue el quien vinoa consolarlo.

"Yo también teamo más que nada en el mundo" Esto no era mentira, así que su padre llevó alniño al armario. Habían diez armarios alineados en un armario, abrió el más profundoy colocó a su hijo en la ranura estrecha. Shotaro apenas podía mover su cuerpo,la mano de su padre le acarició suavemente la cabeza.

"No tengasmiedo, te llevaré a dormir después de jugar al escondite, ¿de acuerdo?" Papádijo con una sonrisa amable. Shotaro no entendió bien al principio, hasta que supadre asintió y le pidió que contara.

 

"1.../1..."

  "2.../2..."

"3.....3......"

Su padre cerró lapuerta del armario y el niño contó lentamente con la garganta hasta que el silenciolo tragó. Shotaro cerró los ojos e hizo lo que su padre le dijo para que nadiesupiera que estaba aquí.

  "4...5...6...7...8...9"

Trató de concentrarseen contar hasta 10 para salir y encontrar con su padre. Pero fuera del armario,escuchó diferentes voces. La voz de su padre sonaba como si estuviera discutiendoy regañando a alguien, el sonido de objetos chocando violentamente, algo rompiéndose.Historias terribles entraron en sus oídos.

¡Maldita sea!

Sonó un disparo, el último sonido que escuchó Shotaro. Para darse cuenta de que ya no podía jugar alescondite con su padre.