009

26 2 0
                                    

Novena historia

No sé por qué miré hacia arriba, pero tan pronto como lo hice, vi a una hombre parado frente a mi ventana. Frente sobre el cristal, ojos quietos, sonrisa caricutesca color rojo lápiz labial.

Mi esposa dormía arriba y nuestro hijo en la cuna. No podía mover un dedo, congelado mientras lo miraba a través del cristal.

Con su espeluznante sonrisa todavía ahí, levantó una mano y la deslizó por la ventana, mirándome como ojos penetrantes. Me quedé allí, incapaz de moverme, con los pies todavía en los arbustos que estaba podando, mirando hacia el interior de mi casa.

Se paró contra mi ventana.
______________________________________

Si m lo imaginé :3

Crédito: Aivaras Kaziukonis y Melanie Gervasoni

Pequeñas historias de terror para no dormir 💤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora