Instinto

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A diferencia de sus hermanos menores que tendían a ser impulsivos, celosos y posesivos, Hades era un rey tranquilo, calmado y capaz de mantener su instinto bajo control. Esta diferencia se notó mejor cuando al concluir el Ragnarok sus hermanos menores se dejaron llevar por sus instintos de distinta forma, Zeus, como el menor de los alfas, se encaprichó con Adán viendo al humano como aquella figura paterna que no tuvieron en su infancia y hacía berrinches como un niño pequeño cada vez que el primer humano hablaba con algún otro dios, ni se diga a quien ose robar la atención de Eva. Poseidón, el menor de los omegas se mostraba terriblemente celoso con su alfa Sasaki Kojiro y Adamás, omega también, peleaba con Buddha por la atención del alfa Jataka, hermano mayor del iluminado.

Hades no era un alfa que se guíe meramente por sus instintos o impulsos, era alguien más bien estratégico que planeaba a futuro... o eso creyó hasta este momento.

El albino suspiró por milésima vez tratando de calmar a su alfa que rugía con fiereza ante las ganas de salir y tomar al emperador humano quien "inocentemente" comía un helado, regalo de Buddha, el rey del Hellheim no sabía cómo es que Qin lograba hacer que un acto de inocente disfrute se convirtiera en la más de las lascivas imágenes.

La lengua del emperador lamía el dulce cremoso para terminar colocando sus rosados labios en la parte superior del helado y chupar dejando manchas blancas en su boca y mentón que lamía con jodida seducción, en algún momento también llegó a manchar sus dedos los cuales chupo uno por uno para limpiar el postre frío.

Hades podía sentir su miembro duro bajo sus pantalones, agradecía que la mesa fuese de mármol y tuviera un mantel que tapaba perfectamente la parte baja de su cuerpo, sería vergonzoso si alguien se diera cuenta que el dios más confiable de todos el cual se jactaba de controlar su instinto e impulso sexual estaba teniendo una erección por ver a su omega comer un estupido helado.

-¿pasa algo rey? -pregunto Qin con una sonrisa inocente, sin saber el efecto causado en su alfa

-no pasa nada, mi emperador -sonrió Hades con tranquilidad fingida

El emperador ladeo un momento la cabeza curioso, más después restó importancia y se centró en acabar de comer aquel helado, Hades no pudo dejar de pensar en lo que le haría al omega cuando llegaran al palacio más tarde.

Omegacember 2023 HaQinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora