CINCO

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Abdomen plano, esa clavicula con algunas marcas rojas previas de la sala y una notable erección sobre su ropa interior también negra, se preguntaba si era del mismo color que cada vestido que uso. Bueno eso no importaba mucho ahora.

Bajando más la vista, sus piernas, no dudó en manocearlas aun más. Eran tan suaves y cálidas como se las imaginó cada que usaba un vestido muy corto.

Volvió a atacar sus labios que ahora se veían algo rojizos mientras Huening kai bajaba sus manos a su cintura y retiraba su playera blanca con rapidez. Y Huening kai tenía a donde ver, nunca había visto a Soobin así, porque no era un pervertido que viera todas sus sesiones a ver si en alguna se quitaba la playera como muchas chicas que Mingyu le llegaba a contar.

Un abdomen perfectamente marcado que al tocarlo sin ver sabías donde terminaba uno y empezaba otro, pensó que tal vez debía de hacer un poco de ejercicio. Aunque bueno, el se amaba así. Era lindo y lo trataban con cuidado como a el le gustaba.

Soobin se veía tan decidido y tan dedicado, bajó de la cama y fue a uno de los cajones, sacó una botella de tapa azul, era de lubricante y regresó a su antigua posición, Huening kai no sabía que tenía eso.
–Mingyu me la dio hace unos días

–Aah

Soobin retiró su pantalon de mezclilla, abrio la botella y se puso una buena cantidad de lubricante en su mano, después bajo la ropa interior de Huening kai dejando ver su erección.

Identificó donde estaba su entrada y metió un dedo con cuidado de no molestarlo tanto, aunque bueno, entendiendo que ambos eran un desastre en muchas cosas y el no era un experto y Huening kai, tampoco. Sus dedos eran muy gruesos y obviamente lo molestarían un poco.

–¿Duele mucho?

–A-algo–arqueo su espalda

–Intentaré ser cuidadoso-besó su frente, es fue muy tierno para Huening kai, le dio seguridad

Jugó un poco con ese dedo haciéndolo girar en el interior de Huening kai mientras este se excitaba retorciéndose poco a poco. El interior era caliente, Soobin delineaba perfectamente todo su interior haciéndolo un poco más grande.

Luego metió otro dedo empezando a separarlos y juntarlos como si fueran tijeras provocando que sus gemidos se intensificarán. Ahora dolía menos y la incomodidad iba desapareciendo.

Luego vio su erección, hizo cálculos rápidos y decidió meter un tercer dedo empezando a sacar y meter todos a la vez.
–¿T-tres?

–Prefiero estar seguro

–O-okey

Huening kai relamió sus labios, eso sin duda dolería mucho cuando despertara pero de pensar lo placentero que sería en ese momento se aguantó y abrió bien sus piernas cuando sintió que Soobin sacó sus dedos para no meterlos de nuevo.

Soobin bajó su boxer y dejó al aire su marcada erección que empezaba doler mucho. Huening kai dio un suspiro tranquilizándose. Lentamente la metió haciendo que ambos gimieran, el con más placer que nada, Huening kai con algo de dolor pero igual lleno de éxtasis enrosco sus piernas a las cintura de Soobin.

–A-aah, e-es muy grande

–Y-ya casi lo meto todo

Huening kai hizo una cara de sorpresa.

Todo empezó con envestidas lentas y profundas para que ambos se fueran acostumbrando, sobre todo el peligris, porque el castaño se sentía al mil mientras sus paredes lo apretaba de esa manera.

Luego Soobin sintiéndose un poco más seguro decidió ir aumentando la velocidad hasta empezar hacer vibrar a Huening kai por la rápidez. Ahora el
peligris estaba en el limbo de la excitación pidiendo más como si no hubiera un mañana. Había encontrado su punto dulce.

G͓̽y͓̽n͓̽o͓̽p͓̽h͓̽o͓̽b͓̽i͓̽a͓̽-͓̽S͓̽o͓̽o͓̽k͓̽a͓̽i͓̽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora