ʙʀᴏᴋᴇɴ ʜᴇᴀʀᴛꜱ|| 𝑮𝒉𝒐𝒔𝒕 ||ᴄᴀʟʟ ᴏꜰ ᴅᴜᴛʏ

1 ִ ࣪𖤐

Una recluta caminaba por los pasillos de la base. Sin pudor alguno entró a la habitación del temido Teniente Ghost.
—Hola, cariño—la saludó el hombre.

Pero ella simplemente lo miró de reojo y pensó un momento.
—Tenemos que hablar—dijo con seriedad.

La expresión del teniente se endureció levemente al verla de esa manera. Ella se sentó en la cama, en la cuál yacía Ghost, a unos centímetros alejada de su pareja.

—Debemos terminar, siento que ya no es lo mismo que antes y... Me aburrí de todo esto—soltó con simpleza.

¿Se aburrió?... Pensó Ghost con incredulidad. No podía creer las palabras que salieron de la mujer.

—¿Qué?—Contestó anonadado.
—Quieras o no debemos terminar, ya no te amo—dijo una vez más y tras mirarlo unos segundos salió de allí.

Su frialdad le dolió, y aunque en algún momento él fue así logró cambiar por ella. Una lágrima traicionera corrió por su mejilla siendo absorbida por la tela de su pasamontañas. Miró sus manos en señal de confusión, todo fue extremadamente rápido y ni siquiera tuvo la oportunidad de hablar. Detestaba cuando no le dejaban opinar.

Su ceño se frunció en tristeza, la mujer que amaba con todo su ser la había dejado, pero ¿por qué? Fue muy cruel, demasiado.

¿Cómo era posible?

Todos allí la conocían como la persona que pudo ablandar al duro Teniente. Pues no era sorpresa verlo con su típica mirada suave cuando se dirigía a ella.

Pero poco se supo después de eso, la sargento Noemí se había ido de la base y la transfirieron a otro lado por petición personal.

Poco tiempo después llegó otra persona a ocupar su lugar, la teniente _______, o más conocida como Darkness, llegó a la base cautivando a todos por su excelente habilidad con los sniper. Pero no exactamente a todos, Ghost se volvía reacio a entablar alguna conversación con ella. Sus personalidades solían chocarse entre sí, _______ era muy cambiante, un día podía estar totalmente sería y al otro podía ser la persona más servicial y amable en toda la base, y eso frustaba a Ghost. No la comprendía.

Hasta que llegó una misión, esa misión.

—Teniente Darkness, un gusto—le dijo ella extendiendole la mano. Él con mucho disgusto la estrechó. Por supuesto que sabía quién era, es la persona con más relatividad allí, todos hablaban de ella.

Fué una misión agitada, para no mentir. Al borde del abismo, Ghost se encontraba acorralado, su arma se había quedado sin balas y aunque usará su pistola no mataría a todos a tiempo, eran muchos y con tras solo disparar una vez lo acribillarian.

Con mucha decisión pegó el primer tiro pero los demás no llegaron, al percatarse de la situación notó a la joven Teniente empapada en sangre, qué por supuesto no era suya, su respiración estaba agitada y algunos mechones rebeldes caían en su rostro escapándose del casco táctico, rodeada de los cadáveres de los enemigos. De la boca de su pistola salía un casi imperceptible humo blanco. No se dió cuenta que él también había matado a la mitad mientras que Darkness se ocupaba del resto.

—¿No crees que te arriesgaste mucho? No siempre estaré para salvarte—le guiñó un ojo con burla mientras le extendía su mano para ayudarlo a levantarse.

Pero otra vez no dijo nada, ignorando ese sentimiento de satisfacción que yacía en su pecho.

¿Cómo era posible que tuviese tanta valentía? No lo sabía, pero estaba seguro que le causaba una profunda intriga.

Y luego de esa misión vinieron muchas más, sin darse cuenta se habían vuelto inseparables. No solo dentro del campo de batalla si no fuera de él.

—¿Ya te vas?—le preguntó el de voz ronca.
—Si, tengo una misión con Gaz—Le contestó la teniente Darkness.

—Cuídate—dijo. Le revolvió el cabello a la mujer y sonrió suavemente bajó la máscara, sus ojos se achinaron levemente por el gesto. Pero aún por su mente solo podía pasar un solo nombre, Noemí, aquella sargento que había dejado la base hace ya unos meses, que dejó al teniente con el corazón colgando en sus manos. _______ solo le recordaba a ella. Solo que era más fuerte y hábil, Noemí recién comenzaba su camino.

La miró por unos segundos memorizando sus facciones, sus ojos azules hacían contraste con su pelo negro como la noche. Su mano se dirigió discretamente hacía su pasamontañas y lo subió hasta su nariz dejando por descubrierto sus labios y sin esperar mucho más se estampó contra la teniente. Por la fuerza hizo que la espalda de Darkness se chocada contra la pared.

¿Hace cuánto tiempo ella esperaba esto?

Las manos de la chica se pasearon por el cuello de Ghost y con suavidad lo apartó para poder recuperar el aire.

—¿Y eso?—Le preguntó con burla. El teniente volvió a poner en su lugar el pasamontañas antes de hablar.

—Tómalo como una despedida—contestó con su típica voz ronca y salió de allí tratando de ocultar el veloz latir de su corazón y sus mejillas levemente calientes por la emoción de la situación.

Definitivamente era una decisión importante en su relación como compañeros de trabajo.