2. Thing.

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Varios meses habían pasado desde aquel día en el que Miguel colapsó y fue llevado rápidamente a urgencias. Sufrío una condición conocida como parálisis funcional o parálisis psicógena, la cual es una respuesta física a un trauma emocional intenso. En el caso de Miguel, se cree que esta condición fue causada por el trauma de haber perdido a Gabriela y presenciar como todo se destruía a su alrededor. Eso y el sentimiento de que todo había sido su culpa generó una gran cantidad de estrés emocional y psicológico. Es poco común y sucede sólo en situaciones extremas. 

El gran Miguel O'Hara, antes un hombre fuerte y decidido, ahora se encontraba en una silla de ruedas, incapaz de valerse por sí mismo. El simple hecho de mover un solo dedo era una tarea casi imposible en estos momentos. Su cuerpo, de los hombros para abajo, estaba completamente paralizado debido a su condición. 

Todos los miembros de la sociedad arácnida se enteraron de la noticia y fueron a verlo, mala idea, Miguel los echó de su casa, no quería ver a nadie. 

Las únicas persona que aún no se rendían con él eran: Peter b y La científica Angie Octavius, quienes iban casi diario a verlo. 

Hoy era el turno de Angie de cuidar a Miguel, entró a la casa, escuchó unos gritos y segundos después vio correr hacia ella a la enfermera que había contratado apenas ayer. 

— ¡Renuncio!— gritó la enfermera antes de desaparecer de su vista. 

— No otra vez… — Angie suspiró cansada, esa enfermera era la única que había aceptado el trabajo sabiendo como era Miguel, ahora ninguna enfermera privada se atrevía a siquiera responder las llamadas, nadie quería trabajar cuidándolo. 

Llegó la habitación de Miguel, quien estaba sentado en su silla de ruedas, observando en la ventana como se iba corriendo la enfermera. 

— Te parece gracioso —regañó ella. 

— No sabes cuanto disfruto ver sus rostros llenos de miedo. — admitió Miguel entre risas — Da la vuelta — la silla reconoció su voz y se dirigió hacia donde estaba Angie, esta se movía con las órdenes que él le daba, todo ahora funcionaba con un comando de voz— ¿Mañana vendrá otra? Tengo más ideas para asustarlas, Lyla y yo seremos más creativos esta vez — Lyla apareció a su lado, riendo también por las bromas que ella se encargaba de hacer. 

— Eres imposible, ya no vendrá nadie. 

— ¿Se dieron por vencidos tan rápido? — la sensación de triunfo apareció en su pecho. 

— Todas las personas que contraté para cuidarte huyeron de aquí, no duraron ni una semana, Miguel. — Angie se cruzó de brazos. Se preocupaba por Miguel, pero odiaba lo terco y testarudo que podía llegar a ser algunas veces. 

— Soy un Spiderman, me curaré en menos de seis meses. No necesito que nadie me cuide, no soy un niño. —respondió irritado, odiaba que lo trataran como un inútil. 

— Pues te comportas como uno, ya sabes que lo que sufriste no fueron fracturas que se puedan curar fácilmente, es psicológico. 

— No necesito que me cuiden — No supo que más responder— Puedes irte. 

– Si no te levantas de esa silla y me lo dices de frente, no me iré. 

Ambos se miraron desafiantes, pero al igual que otras veces, Angie ganó esta batalla. Aunque Miguel trató con todas sus fuerzas de levantarse no pudo mover ni un dedo. 

— Lo imaginé— sonrió victoriosa— estaba preparada para algo así— dio la vuelta y habló a alguien que esperaba fuera de la habitación—Ya puedes entrar, pequeña. 

ME BEFORE THING Donde viven las historias. Descúbrelo ahora