Hotel Isekai (PAUSADA)

Capítulo 35 - Cambio de apariencia. Compras

La mirada de Lucky se había mantenido prácticamente igual. Sólo su ropa había cambiado. Antes vestía un traje blanco, pero ahora era negro.

"Te ves más elegante así", dijo Nahida. Todavía no se había lavado la cara, por lo que luchaba por mantenerse despierto. Nahida no sabía por qué se sentía tan cansado.

"Gracias. Vine aquí para hablar sobre los platos. Pensé en nuevos platos para agregar al menú, pero necesitaremos nuevos ingredientes".

"Ya veo. ¿Puedes anotar todo lo que necesito comprar?..hoy salgo, aprovecharé para comprarlo todo".

"¿Escribir todo en un papel?..claro, lo haré. Ah, y los invitados ya bajaron y están desayunando. Yo me he encargado de todo, así que no te preocupes".

"¿Han bajado todos?"

"Sí. Cuando los invitados empezaron a bajar, aún no te habías despertado, así que tuve que atenderlos. Fue un poco difícil, pero lo logré".

[Satisfacción del huésped - 920/10000]

"Ya veo. Bien hecho, Lucky", la satisfacción había aumentado ligeramente, por lo que Lucky había hecho un trabajo excelente.

Entonces, Nahida decidió preguntar por Nazuna. Ella aún no había regresado al hotel.

'¿Ha dejado su trabajo?..no, probablemente no', Nahida regresó a su habitación, se duchó y se cambió de ropa. Se estaba preparando para partir. Comprará los televisores para Rimuru y luego irá al mercado.

Cuando llegó al lugar donde comían los invitados, saludaron a Nahida. Nahida saludó a todos con una sonrisa y fue a la cocina.

Nahida se había tomado unos minutos en la ducha, así que cuando llegó a la cocina, Lucky ya había terminado de anotar los ingredientes para que los comprara.

"Aquí hay algunos ingredientes caros. ¿Estás seguro de que necesitamos todo esto?"

"Sí. Además de los nuevos ingredientes, también puse lo que faltaba...como pollo y carne. Ha pasado un tiempo desde que fuiste al mercado a comprar".

"Entendido. Está todo escrito aquí, ¿verdad?"

"Sí, está todo ahí. Ahora voy a volver a leer ese libro ya que no tengo más clientes a quienes atender".

"¿Lo estás disfrutando?"

"Un poco. No está bien escrito, pero es suficiente para mantenerme entretenido".

"Tengo algunas más si quieres; están en mi habitación. Pero la mayoría pueden ser demasiado infantiles para ti ya que son novelas ligeras".

"¿Novelas ligeras?"

"¿No sabes lo que son?"

"Lo sé".

"Tengo muchos de ellos en mi armario. Puedes ir allí cuando quieras leer algo. Pero ten cuidado, no toques la caja marrón".

"Seré cuidadoso", Lucky sonrió y Nahida levantó la comisura de sus labios. Luego de eso, Nahida se despidió y salió de su hotel.

Luego, se encontró con su vecino cerca de la entrada.

"Buenos días...", le dijo Nahida a la señora. Levantó sus gafas y se rascó el corto cabello blanco antes de sacar algo de su bolsillo y entregárselo a Nahida.

"Encontré esto aquí anoche. ¿Es tuyo por casualidad?", Nahida vio lo que la mujer tenía en la mano. Era una moneda de plata del mundo de Rimuru que no debería haber estado allí.

Nahida buscó en su mente para ver si se le había caído la moneda allí pero no la recordaba. Tomó la moneda de la mano de la mujer e inclinó la cabeza. "Muchas gracias, Miyako-san. Estaba buscando esto. Es un recuerdo de mi abuela".

"¿Un recuerdo?..¿Es una moneda vieja?"

"Exactamente. No sé de qué año ni de qué país es esta moneda, pero mi abuela la guardó con ella. Muchas gracias".

"No te preocupes por eso. ¿Y cómo va tu negocio familiar?..parece que va muy bien. La sonrisa en tu rostro lo dice. Ha pasado mucho tiempo desde que te vi sonreír así. Sería mejor. Si sonreíeras más a menudo...te verías mejor así".

"Gracias por el cumplido. El hotel está bastante ocupado, aunque no lo parezca", Nahida se rascó la cabeza. "Debo irme ahora, Miyako-san."

"Hasta luego, Nahida", la señora sonrió mientras observaba a Nahida alejarse por el pequeño camino.

— — — —

Nahida tuvo que tomar el tren hasta el pueblo más cercano, donde había una gran tienda de electrónica donde podía encontrar muchos televisores. En la zona donde vivía había una tienda de electrónica, pero era pequeña.

Llegó en menos de una hora.

Tan pronto como Nahida entró a la tienda, fue recibido por un asistente de ventas que hizo una reverencia respetuosa. Era común que los japoneses actuaran así. Luego, Nahida le pidió al asistente de ventas que le mostrara los mejores televisores que tenía en la tienda.

"Tenemos este modelo. Tenemos de 42 y 48 pulgadas".

"Hmm, dame tres de 48 pulgadas", Nahida ya había convertido las monedas de oro en yenes, por lo que tenía suficiente para comprar los tres televisores. El valor de las monedas de oro era muy elevado.

El vendedor escuchó el pedido de Nahida y no lo podía creer. "¿Tres?..¿Estás seguro?"

"Sí. Un amigo mío me pidió que le comprara tres televisores. No sé por qué quiere tantos".

"Ya veo. ¿Podrás llevarte todo contigo?"

"Creo que puedo cargarlo todo", Nahida había subido de nivel varias veces y, aunque estaba en Japón, se sentía muy diferente. Esto significaba que su estatus había aumentado permanentemente en cualquier mundo en el que se encontrara.

"Está bien. ¿Dónde está tu auto? Puedo ayudarte a llevarlo allí".

"Vine en tren".

"¿En tren?..entonces, ¿cómo vas a llevar esto?"

"Con las manos, por supuesto. Tendré que tener cuidado en el camino".

"¡¿Con tus manos?!", gritó el vendedor. Se aclaró la garganta y volvió a preguntar si Nahida estaba segura de que llevaría los televisores sólo con las manos, y él lo confirmó.

El vendedor todavía no lo podía creer, pero preparó los televisores para que Nahida se los llevara.