Hotel Isekai (PAUSADA)

Capítulo 42 - Guardia y aires acondicionados

Al bajarse del tren, Nahida fue a la misma tienda donde había comprado los televisores porque pensó que tendrían varios aires acondicionados a la venta. Cuando llegó, un empleado se le acercó.

Esta vez, era una mujer de la edad de Nahida. Se veía elegante y vestía un uniforme de trabajo similar al traje de mujer que usan las azafatas.

Debido a que la mujer mostró sus piernas, Nahida tuvo que controlarse para no mirar sus hermosos muslos.

"¿Buenas tardes, puedo ayudarte?"

"Estoy buscando aires acondicionados, los más potentes que hay. Tengo un hotel y quiero que todo el primer piso tenga una temperatura agradable. Como la recepción y el lugar donde comen los clientes están interconectados, necesito un aire acondicionado potente. ".

"Ya veo, un aire acondicionado para una habitación enorme, ¿verdad?..¿qué tal dos?..es incluso mejor si tienes dos".

"Depende de cuánto cueste. Puede que no tenga suficiente dinero si cada uno es demasiado caro", a pesar de decir eso, Nahida sabía que tenía suficiente dinero. Al menos lo suficiente para poner aires acondicionados en el primer piso.

Poner aires acondicionados en todas las habitaciones sería demasiado caro. Tendría que hacerlo poco a poco. Pero como los dormitorios eran más pequeños, algunos más débiles serían suficientes.

"Cada uno cuesta 80.000 yenes", al escuchar a la vendedora, Nahida pensó por un momento. Ochenta mil yenes es caro pero más barato de lo que esperaba.

Pensó que un aire acondicionado potente costaría más de 100.000 yenes. En otras palabras, es un buen valor.

"Dame dos de estos para ponerlos en el primer piso de mi hotel. Y ahora quiero aires acondicionados con la mitad de potencia para los dormitorios, por favor", podría ser aún más débil, pero no quería poner un producto de mala calidad en sus habitaciones de hotel.

"Tenemos varios modelos. Unos cuestan 30.000 y otros 40.000".

"La mitad de precio", Nahida hizo los cálculos. Dos aparatos de aire acondicionado potentes costarían 160.000 yenes, y tenía 800.000 yenes en su mochila. Todavía le quedaban 640.000 yenes para gastar.

'Cada uno cuesta 40.000, así que...puedo comprar 16 aires acondicionados. Eso es suficiente para todas las habitaciones. Hay 15 habitaciones. Me quedará uno para poner en mi habitación.'

"Dame 16 aires acondicionados".

"¡¿Dieciséis?!", preguntó la vendedora, sorprendida. Nahida confirmó que serían 16 y la mujer entró en pánico momentáneamente. Entró en pánico porque la tienda no tenía todos esos aires acondicionados.

Tenían los dos poderosos que Nahida quería y cinco de los de 40.000 yenes. Es decir, faltaban nueve.

"Sobre eso, podemos enviar los que están en nuestra tienda a tu hotel hoy, y enviaremos el resto la próxima semana. ¿Qué te parece?..puedes pagar los otros 9 cuando los recibas".

"Eso sería genial. ¿Pero estás seguro de que quieres que pague después de recibirlos?"

"Sí, no te preocupes. Hablaré con el gerente y estoy seguro de que estará de acuerdo".

"Está bien. Entonces pagaré los siete hoy. Cuando tenga los demás, los pagaré", Nahida aceptó el trato. No tenía motivos para negarse.

— — — —

Mientras Nahida pagaba los aires acondicionados, un Orco llegó a su hotel. Era un Orco alto y musculoso, como debería ser. Sólo mirarlo te intimidaría, principalmente por su rostro temible.

Nahida sabía lo que hacía cuando eligió a un monstruo como ese para trabajar en su hotel.

"¿Aquí?", el Orco abrió la puerta y tuvo que agacharse para pasar. Nazuna, que estaba en la recepción, lo saludó tan pronto como entró por la puerta principal.

"¡Bienvenido!..¿eres el Orco que Nahida dijo que estaría trabajando aquí?..mi nombre es Nazuna. También soy de Tempest".

"¿Nazuna?..nunca he oído hablar de ti".

"Jajajaja", Nazuna se rió. "No importa si me conoces. Nahida me pidió que hablara contigo sobre tu trabajo. Dijo que puedo hablar contigo sobre tu salario".

"¿Mi salario?..Rimuru-sama dijo que trabajaría aquí y no recibiría ningún salario".

"¿Rimuru-sama dijo eso?..de todos modos, Nahida me pidió que acordara un salario contigo. No quiere dejarte trabajar para él gratis. Quiere pagarte un salario".

"..."

"Bien, primero, ¿quieres que te muestre el hotel?"

"Seguro", el Orco sonrió y Nazuna sintió que su cuerpo temblaba. Por más amigable que pareciera, ella todavía se sentía un poco incómoda con él. ¿Quizás por lo que le pasó hace unos días?

'Necesito calmarme. Él no me hará nada. Es alguien en quien Rimuru-sama y Shuna-sama confían.'

"Cierto, esta es la recepción. Es un lugar espacioso, pero aún no tiene decoración ni nada. Nahida dijo que se encargaría de ello más tarde. Y de esta manera es donde los clientes comen o se quedan cuando quieren hablar. "..."

Nazuna le mostró al Orco todo el hotel, incluidos los pisos superiores. Nazuna, que todavía no sabía nada del tercer piso, se quedó sin palabras cuando notó que había una segunda escalera. '¿Cuándo hizo Nahida eso?', pensó.

Y después de mostrarle al Orco el hotel, finalmente llegó el momento de ofrecerle un salario, incluso si no quería nada. Y como no quería nada, Nazuna le ofreció un salario bajo.

Nahida le había dicho que le ofreciera un salario alto, pero como el Orco no lo quería, no tenía motivos para "desperdiciar" dinero.