Mi héroe.

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Estaba en casa esperando a que mi tercer cita fuera a buscarme, antier por la noche al contarle a mis hermanos lo sucedido, me fui a dormir diciéndole a Dani que me rendía, si los chicos iban a ser así me negaba a continuar, pero ella hábilmente me dijo que aparte de la saga este mes también me daría la guitarra que tanto quería y bueno aquí estoy esperando a que vengan por mi. Cabe agregar que se molestaron mucho por el comportamiento de Brandon, y mi hermano dijo que hablaría con el.
Tan ensimismada estaba en mís pensamientos que no me di cuenta que ya habían llegado por mi, hasta que me lo dijo mi nana. Salí y sólo rogaba porque no fuera otro imbécil, lo sorprendente es que al ver quien era, claramente pedía que fuera Brandon, no podía ir peor.
En su carro, estaba Saúl, el hijo de los Rodríguez, un niño pijo sumamente aburrido y eso no pintaba bien, el chico me agradaba pero no era mi estilo, a decir verdad; ¿quien sí lo era?
Como todo un caballero me abrió la puerta del coche, beso mi mano y me saludó.
Y por cortesía contesté a si saludo.
No quiero entrar en detalles de la comida tan aburrida que tube el solo se la pasaba platicaando, sólo hablaba de la universidad y del empleo que tendría en la empresa de su padre y bla bla bla, la verdad era una lastima que estando en un restaurante tan elegante el lo estuviera arruinando.Deje de prestarle atención cuando lo vi. Ahí estaba Cristian, y lucía arrebatador en su traje, parecía todo un empresario.
El volteo, me observó, me sonrió y se estaba acercando, mi cara debería de haber sido todo un poema por que Saúl me pregunto. - estas bien? Te has sonrojado, tienes calor? No podemos ir, si gustas.
Cristian: Hola Bárbara, como estas? Que descortes soy, hola mucho gusto soy Cristian, Cristian del Monte, un gusto. Lamentó interrumpir pero tú hermano me a llamado y dice que es urgente que regreses a casa.
Saúl: y por que no te ha llamado directamente a ti?
-no tengo cobertura- mentí
Cristian: sonaba muy desesperado, y cuando le dije q estabas en mi restaurante me pidió que te llevará cuanto antes.
-tú restaurante?
Cristian: si, mío me agrada cocinar.
-valla, eso si que es una sorpresa.
Cristian: lo sé, pero bueno entonces, nos vamos?
-claro!, lo siento Saúl, si mi hermano llamó debe ser grave- dije poniéndome de pie y Cristian tomo mi mano, inmediatamente sentí como subía el calor a mi mejillas.
Saúl:si claro no te preocupes te llamare. Con cuidado.
-si claro, Bye.
Y salimos del restaurante.
-y cuál es la urgencia? Están bien en mi casa?
Cristian: si claro tranquila, sólo que pensé que estabas muy aburrida y decidí ayudarte un poco.
-bueno menos mal que no a pasado nada malo, y gracias, me has salvado de la tarde más aburrida de mi vida, eres mi héroe.
Cristian: jajajajajaja claro no te preocupes, que te parece si te invito a comer un helado? Claro si no tienes otra cosa que hacer.
-vamos! No puedo llegar aún a casa.
Cristian: espero que me cuentes por que.
-claro, siempre y cuando mi helado sea doble.
Cristian: trato hecho.

Después del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora