CAPITULO 5 "UN GUAPO HOMBRE"

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Había terminado abruptamente la clase, eso era bueno, al menos no tenia que seguir ahí bailando frente a todos esos chicos que eran artistas, su mirada fue a ver a su pequeño rival, quien ahora parecía un gran oso domado por la mano de esa bella señorita, sonriendo amable y hasta sonrojándose, quien lo viera.


Todos se sentaron en suelo del salón, pegados a las paredes dándole espacio a la pareja, estaban encantados con la mujer castaña, eran amables, incluso el mismo profesor Francis.


-Oh tu no la conoces- le dijo Nathan que estaba sentado a su lado -Ella es Anastasia Novikova, hija del Sr. Novik Sokolov un empresario petrolero, influyente, es su única hija, y vendrá a la fiesta del cierre de año a patrocinar la escuela, además, traerá a expertos casa talentos del famoso teatro bolshoi para que se lleve acabo un convenio con esta escuela y llevarse a gente a trabajar con ellos, es en verdad genial-


Miro a la mujer que estaba tan melosa con Iván, acariciándole sus mejillas y este poniéndose ligeramente sonrojado, era muy gracioso.


-Entiendo, es muy hermosa-


-¡Lo es!, pero, solo tiene ojos para Iván- suspiró.


-Bueno, también hay otras chicas muy guapas aquí para tener de novia-


-Eso no te lo niego- meditó un poco -Oh!, no, no!, Anastasia no es novia de Iván, a él parece no importarle ella-


-Esta idiota-


-Si, pero ella lo escogió para el baile, ella es la mejor de su clase, de haber sido por talento, hubieran puesto a Ludwig o Marek, ellos son realmente buenos-


Alfred observó al chico en la pista, en verdad lucia imponente alado de esa mujer, sin embargo, sus acciones y su semblante mostraba que se sentía incomodo.


-Bien chicos....- aplaudió - Ten Anastasia...- le entregó un tutú azul largo de ensayo, ella se lo cambió con el corto que traía y se puso en posición en la esquina izquierda e Iván en la derecha, en una posición erguida, ella con las manos ligeramente hacia atrás como una bella chica enamorada y él con la pierna derecha ligeramente hacia tras y una mano detrás de su cintura.


Todos estaban en completo silencio, mientras tanto el joven americano observaba con detalle al chico, su garbo al estar en la pista, era muy pulcro, por un momento, se sintió tan pequeño y tan ignorante del verdadero arte del baile.


La melodía comenzó...


Alfred abrió los ojos enormes al ver y escuchar el comienzo del baile, una melodía clásica, demasiado clásica, no sabia su nombre pero si la había escuchado antes.


La música podía entenderla con una sola emoción, el amor pasional.


MOON OF PARISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora