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Capítulo 51 El matón es tan grosero.

  Lin Liusheng sintió que no podía explicárselo en absoluto.

  Además, por el cobre en el saco, aunque plantara cultivos durante uno o dos años, no podría vender tanto, ahora que tiene el dinero todavía está pensando en plantar cultivos.

  Según lo que dicen otros, ¿no es esto ser miope?

  Lin Liusheng no es una buena persona. Si estuviera en los tiempos modernos, si recogiera un centavo del suelo ... y mucho menos un centavo, incluso si fuera un dólar, nunca se lo entregaría al tío policía. .

  Pero ahora...

  Simplemente no quiere recibir este dinero en su bolsillo, puede ser por el tamaño de la cantidad, o puede ser...

  Lin Liusheng llevó la bolsa de dinero y caminó hacia adelante, seguido por Chu Kuangkuang.

  Lin Liusheng se sintió un poco deprimido cuando pensó en esto.

  Entonces, ¿qué estás haciendo por esto?

  para......

  ¿Dar el ejemplo a Chu Kuangkuang?

  Lin Liusheng frunció el ceño.

  "¡Oye!" Chu Kuangkuang caminó detrás de él y le tocó el hombro con un dedo.

  Lin Liusheng inmediatamente torció los hombros.

  "¡rollo!"

  Cuando llegó al Mercado Oeste, Chu Kuangkuang vio a Lin Liusheng acercándose, se sintió desconcertado y preguntó: "¿No dijiste que querías comprar semillas?".

  Lin Liusheng: "Si no vamos ahora, busquemos primero al jefe del pabellón".

  Chu Kuangkuang puso sus manos en las caderas detrás de él, sonrió y lo miró impotente, mirando la parte posterior de su rostro de arriba a abajo, "¿No escuchaste cuando te hablé? Seamos una buena persona". No tienes por qué avergonzarte, ¿vale?

  "De hecho, soy lo suficientemente bueno", Lin Liusheng miró a la calle frente a él, "Tú eres el único que es un poco perdedor en esta generación".

  "¡Tú!" Chu Guangda se atragantó cuando escuchó que claramente lo menospreciaba. Tuvo que cambiar de tema y dijo: "Entonces este no es el camino a seguir. Primero compra las semillas y luego ve al pabellón". jefe. Entonces, ¿no podemos simplemente ir con el jefe del pabellón?

  Lin Liusheng conversó con él mientras caminaba: "Luego, cargando algunas bolsas grandes de semillas y caminando todo el camino, ¿no pareces un tonto?"

  Chu Kuangkuang: "No te pedí que llevaras tanto peso".

  Lin Liusheng: "¿No te mira la gente como un tonto?"

  ...

  Los dos hablaron todo el camino y finalmente llegaron a la puerta de la casa del jefe del pabellón.

  Es un patio, no tan grande, con enredaderas de melón amargo creciendo en las paredes.

  Lin Liusheng llamó a la puerta. Después de un rato, una niña de 14 o 15 años abrió la puerta. Tan pronto como abrió la puerta, levantó la cabeza y se encontró cara a cara con Lin Liusheng.

  Lin Liusheng sonrió cortésmente: "Hola".

  La chica lo miró y sus pestañas temblaron, no pude ver lo brusco que fue su forma de saludar, así que bajó la cabeza tímidamente y dio un paso atrás.

Cuñado de granjero, matón que cultiva obedientementeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora