ONE SHOTS || FÚTBOL

4. Ferran Torres

—Buenos días—me giré en la cama para darle los buenos días a mi novio pero no había nadie a mi lado.

Genial, me despierto sola en el día de mi cumpleaños.

Me levanté de la cama, cogí la primera camiseta que ví en el suelo y me la puse para bajar a la cocina.—Ferran—lo llamé—¿se puede saber dónde estás?

En ese momento lo ví entrar por la puerta, encogido, con algo en brazos. Levantó la vista y me vio.—Oh, estás despierta.

—Oh, estoy despierta—me fijé en lo que llevaba en brazos—¿Qué es eso?

—Pues...—empezó a decir, cuando un pequeño golden retriever sacó la cabecita de la manta que mi chico llevaba en brazos.—¡Sorpresa!

—Amor...—me acerqué a él y acaricié al perrito.

—Feliz cumpleaños princesa.—me miró sonriendo.

Posé una mano en su mejilla y lo besé. Cuando nos separamos juntamos nuestras frentes sin dejar de mirarnos. Mi novio se volvió a inclinar para besarme pero el perrito se le adelantó y me dio un lametón en la cara.

—Oye señorito, que no llevas aquí ni diez minutos y ya me quieres quitar a la novia.—dijo haciéndome reír.

—Que tonto eres—dije riendo y cogí al cachorro de sus brazos.

—Encima—puso cara de enfado como si fuera un niño pequeño y se cruzó de brazos.

Dejé al perro en el suelo y pasé mis brazos por su cuello para besarlo. Sonrió en medio del beso y posó sus manos en mi cintura.

—No me había enfadado—dijo al separarnos.

—Ya lo sé, idiota.—me acerqué más a él y el perro mordió su pantalón y tiró de él.

Ferran se agachó a cogerlo—coleguilla, ¿te recuerdo que yo llegué primero?—me reí y los abracé.

[...]

Estaba tumbada en el sofá con Ferran sobre mis piernas mientras acariciaba su pelo y Rocco—así llamé al perrito— estaba dormido sobre él.

Sonó el timbre y me levanté para abrir la puerta. Cuando lo hice me encontré a mi hermano y a Cris con mis sobrinos.

—¡Felicidades Eva, cariño!—gritó mi cuñada mientras me abrazaba—¿Dónde está?

La miré extrañada—¿Dónde está qué?

—Pues el cachorro tonta, ¿qué va a ser?

—En el sofá con Ferran—fue corriendo al salón y yo suspiré.

—Está loca.—comenté riendo.

—Lo sé, es mi mujer—bromeó mi hermano—que se acercó a mí con mi pequeña sobrina en brazos—felicidades hermanita.

—¡Felicidades!—gritó mi sobrinito Nacho y me abrazó

—Gracias cariño.—miré a Lara que se escondía en los brazos de su padre.

—Idades ita—susurró.

Me la comía con patatas.

—Ay, mi bollito, ven aquí vamos a ver al tío.—cogí a la niña y fui hacía el salón. En cuanto Ferran me vio se lanzó a por la niña.

—Larita—acarició su mejilla—¿has venido a ver a los titos?—mi novio la cogió en brazos y se la comió a besos. Y a mí esa imagen me pareció la más bonita del mundo.

[...]

Salimos al jardín y mientras los chicos terminaban de hacer la comida mis padres me llamaron y estuve hablando un rato con ellos. Los dos se emocionaron mucho al ver a los niños. Me dieron muchos besos para Ferran y después de despedirme de ellos colgué.

Cuando dejé el móvil y ví a tío y sobrino jugando con Rocco no pude evitar sonreír.

—Que bien se le dan los niños—Cris se sentó a mi lado. Asentí y dí un trago a mi Coca Cola—¿Cuándo teneis pensado tener uno vosotros?—la pregunta me pilló tan de sorpresa que me atraganté y empecé a toser.

Ferran se acercó rápidamente a mí—amor—dijo acariciando mi espalda—¿estás bien?

—Sí, sí. Tranquilo cielo.—le dí una sonrisa tranquilizadora.

—Vale—se quedó a mi lado hasta que Nacho lo llamó para jugar.

—Entiendo que pronto no, ¿verdad?—mi cuñada se rió.

—A ver, tengo 22 años y Ferran 23, no nos corre prisa.

—Nosotros tampoco la teníamos y mira.—dijo señalando a sus hijos.

—Si viene no lo vamos a rechazar, pero por ahora un niño no es nuestra prioridad.

[...]

Hacía un rato que mi hermano y Cris se habían ido y mi chico y yo, después de recoger, nos habíamos tumbado en el sofá del jardín. Con la temperatura de Barcelona a mediados de mayo se estaba muy agusto.

—Amor—lo llamé.

—Umm—gruñó a modo de respuesta.

—No te duermas. Escucha, ¿tú quieres tener niños?

Enseguida se incorporó y me miró—¿Me lo estás pidiendo?

—No, no—me apresuré a decir—bueno, osea, yo quiero pero no ahora y claro, si tú no quieres pues...

—Eva— me cortó— claro que quiero, contigo lo quiero todo—dijo sonriendo— ¿te he presionado con el cachorro? No era mi intención.

—No, tranquilo cielo—acaricié su mejilla— es que he hablado con Cris y bueno, no sé, me ha encantado verte con Nacho y he pensado que me encantaría verte con un minitú—dije sonriendo como tonta.

—O una minutú—los dos nos reímos— Claro que quiero—dijo más serio—pero aún tenemos tiempo, cuando los dos estemos preparados y seguros lo intentaremos ¿vale?

Asentí y lo besé—te quiero Ferran.

—Y yo, mi vida.

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Hola mis amoressss...
Sigo viva!! Los exámenes no han podido conmigo 💪🏽😉
Así que os dejo otro capitulito más, este con Ferran, espero que os guste❤️