Ser Mejor

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Si hubiera que describir la situación actual en los cuarteles generales de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes, esta podría resumirse con la palabra "Caos", pues después de que Bondrewd no sólo robara sus secretos más oscuros junto a su información más importante y que además este tuviera la osadía de entrar a sus oficinas para dejar un mensaje estos intentaban encontrar alguna información sobre el villano de manera desesperada

En su momento Endeavor los puso al tanto del villano que no sólo le dio pelea hasta el punto de dejarlo de rodillas si no al que además sobrevivió por un capricho del mismo, pero estos simplemente lo descartaron como algún consumidor de Trigger que pronto moriría de una sobredosis o como algún villano presumido del que seguramente podrían deshacerse con alguna emboscada sencilla. Actualmente, incluso la Presidenta Sakura estaba tirándose de los cabellos al ver como no sólo no había ni una mínima pizca de información sobre el villano si no que además Yokamiru, la única persona que lo había visto de cerca, estaba en un estado en el que apenas y podía comunicarse gracias a un aparato de "Si y No"

-Esto realmente no puede ponerse peor......- Dijo la presidenta mientras que monitoreaba toda actividad que se llevara a cabo en su edificio a través de cámaras de seguridad cuidadosamente ubicadas en puntos estratégicos y como si alguna deidad la hubiera escuchado, al instante llegó un mensaje de Izuku Midoriya informando que rebajararía a la mitad sus donaciones al negocio heroico -......Tal vez....NO!, esa mujer sabía demasiado y es demasiado peligrosa como para entregársela a un millonario cualquiera como Izuku Midoriya- Intentando no responder al mensaje del pecoso con una sumisión y aceptación a sus demandas, la mujer abrió un cajón de su escritorio para luego depositar su teléfono dentro en un intento de olvidarse del mismo 

En ese mismo momento, en la Cuarta Capa subterranea de Midotech, Izuku sonreía con sorna mientras que s encontraba sentado frente a un hombre de tez morena con cabello similar a la niebla de Kurogiri -Muy bien Kurogiri o mejor dicho, Oboro Shirakumo, eres o no capaz de reconocerme ?- Preguntó al hombre que se encontraba sentado frente a él, el cual inmediatamente se levantó de su silla y lanzó la mesa a un costado, cosa que no alarmó en lo mínimo al pecoso pues segundos después el hombre se arrodilló frente a Izuku mientras el pecoso seguía sentado y besó el dorso de su mano, para luego levantar su cabeza y mirar al peliverde -Cómo no hacerlo mi señor ?, usted es el mesias destinado a guiar a la humanidad hacia un mejor futuro, lo más cercano a un Dios para mis indignos ojos que tienen el honor de verlo- El tono de Kurogiri era el de un mayordomo que respetaba enormemente a su amo, cosa que alegró de sobremanera al pecoso, pues ahora tenía un seguidor más y uno poderoso para remarcar

En ese mismo momento, en la Cuarta Capa subterranea de Midotech, Izuku sonreía con sorna mientras que s encontraba sentado frente a un hombre de tez morena con cabello similar a la niebla de Kurogiri -Muy bien Kurogiri o mejor dicho, Oboro Shiraku...

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-Eso quería escuchar, sígueme Kurogiri!!, es hora de llevarte a el lugar que te mereces después de soportar las pruebas que conllevan ganarse mi confianza!- Exclamó el pecoso mientras que caminaba hacia la puerta con Kurogiri pisando cuidadosamente dentro de la enorme sombra que su nuevo maestro proyectaba, lentamente combinándose con la misma hasta desaparecer en el segundo exacto en el que Izuku dio un paso fuera de la habitación -Llamarte mi nueva mano derecha resultaría conflictivo teniendo en cuenta que yo mismo declaré a todos mis seguidores como mi mano derecha, así que creo que ahora lo más apropiado sería llamarte mi sombra, estás de acuerdo ?- Preguntó a Kurogiri, quien se había mezclado totalmente con su sombra hasta tomar el aspecto que esta tendría, recibiendo un asentimiento de su sombra, lo cual sólo le hizo sentirse todavía más orgulloso de lo que estaba de si mismo 

Forjando un ImperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora