Choque De Realidades.

Capitulo 3-recuerdos.

La peli verde estaba muy asustada por el azabache pues la sangre no dejaba de salir de el vientre y el color abandonaba su rostro asiendo lo ver muy pálido, la chica soltaba lagrimas por el chico mientras lo sostenía en brazos. Ante la vista de las creaturas que se mantenían alejados de los jóvenes, sabrina sentía que todo esto no hubiera pasado si ella no se descuidaba y ahora estaba pagando el precio el azabache.

Viendo la preocupación de la joven el pequeño ser de color amarillo se acerco a el can de pelaje azul quien al notar a el otro y entender lo que quería pedirle, se acerco a el azabache y ante la mirada de la psíquica coloco sus palmas en la herida del joven y antes de que la joven pudiera preguntar, las palmas de la creatura empezaron a brillar en una tonalidad verde agua y la herida se cerro un poco y el color de volvió a su rostro.

Gracias-susurro la chica con una sonrisa al pequeño ser-ahora solo tenemos que llevarte a un lugar seguro para tratarte y evitar que vuelva a abrirse la herida.

En ese momento el otro ser de color amarillo se coloco al lado de la chica y el can, colocando una de sus palmas en la pierna de la chica y en un destello los cuatros desaparecieron del bosque del parque.

La chica al ver su alrededor reconoció el lugar como su cuarto, rápido salió de su sorpresa al escuchar un gemido de dolor del joven en sus brazos y lo llevo a la cama con algo de dificultad.

Al dejarlo en la cama vio que la herida empezaba a abrirse y preocupada por que el azabache volviera desangrarse, fue a su mesa de noche y saco una aguja e hilo para tratar de cerrar la herida.

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Recostado en una cama se encontraba un joven azabache sin su camisa y con el abdomen vendado, mientras a su lado estaba una chica de pelo verde junto a dos pequeñas creaturas.

Satoshi espero que despiertes pronto-dijo con preocupación la chica tomando la mano del azabache.

Luego miro a las creaturas, aun le parecía increíble como uno de ellos pudo teletransportar a todo a su casa. Si eso podía hacer el pequeño ser amarillo no quería saber que otra cosa podría hacer el can bípedo a de más de curar, sacudió la cabeza no era momento para pensar en eso, se separo del lado de satoshi y camino asía la salida de su recamara.

Volveré en unos momentos voy por algo de comer-le aviso a los pequeños quienes asintieron.

Bajo con tranquilidad las escaleras y se encontró con su madre quien estaba saliendo de la sala, la mujer mayor miro sorprendida a la joven.

Hija en que momento volviste?, no escuché que entrarás-pregunto la mujer.

Ah, solo entre en silencio-nerviosa dijo sabrina-y llegue a se unos minutos.

Que bien que hayas regresado con bien escuché que en el parque un grupo de chicas fueron atacadas-dijo con un semblante preocupado la mujer.

Ya veo-nerviosa empezó a desviar la mirada y caminar asía la cocina.

Tienes hambre?, descuida pronto empezaré a hacer la cena-sonrió la mujer.

Si un poco, pero no te preocupes tomaré algunas frutas para calmar el hambre-dijo antes de entrar a la cocina y tomar un par de manzanas y un manojo de uvas-bueno regresaré a mi alcoba, asta que este la cena.

Muy bien hay te aviso-dijo la mujer mientras veía como su hija subía a su cuarto.

La chica al entrar se encontró con las creaturas jugando y al azabache viéndolos con una sonrisa cansada, esto alegro a la chica quien corrió asía la cama para abrazarlo. El joven se sorprendió por el abrazo ya que no esperaba esta muestra de afecto de la chica, pero no pudo disfrutar de la calidez y el afecto de ella por que un fuerte dolor en el vientre lo izo quejarse.