Vibrador |♡| Binwoo

01| Perdido.

-Joder...joder...¡Jodeeer!- repetía una y otra vez Dong Min, mientras lo buscaba en su mochila.

-¡Hey! ¿Qué sucede?- Myung Jun le preguntaba con mucha preocupación.

Ambos se encontraban en el salón de clase, dentro de su universidad, faltaba poco para comenzar la última clase que duraba dos horas para que por fin terminaran con ese día, pero Dong Min para ese momento estaba entrando en una histeria.

-¡Maldita sea, Jun! No encuentro el control.

-¡Oh por Dios! ¿Por eso fuiste al baño verdad?, ¡Claro! Como ya sigue la clase con el profe Moon, ¡Eres un pervertido, Minnie!

-¡Cállate que tú haces lo mismo en la clase del profe Park Jinwoo!

-Pero al menos yo no pierdo el control- sacó su lengua en señal de victoria.

Dong Min está en cuarto año de la carrera de Marketing, y desde que entró a octavo semestre conoció al "Hombre más perfecto y hermoso del mundo", citando sus palabras. El profesor Moon Bin, quién les impartía la última clase en sus últimas dos horas del día.

Dong Min ha vivido todo lo que va de este año enamorado de su profesor, para él, es sumamente placentero verlo con sus anteojos explicando la clase, verlo caminar de un lado a otro mientras habla del tema en curso. Ver su perfecta vestimenta, su sonrisa con esos labios acorazonados, ¡Joder! Todo de ese hombre lo pone al cien.

Ese perfecto dios griego se había convertido en el protagonista de sus más bajos fetiches, Moon era el causante de que Dong Min cada noche en la soledad de su habitación tuviera los más exquisitos orgasmos, imaginar que ese hombre estaba sobre él y lo profanaba una y otra vez, golpeando ese punto dulce y haciéndolo gemir tan fuerte su nombre, era algo con lo que Dong Min anhelaba se convirtiera en realidad.

Es por eso que habia comprado un Vibrador con mano a distancia -podrán llamarle pervertido, como su amigo Myung Jun dijo- pero Dong Min lo usaba cada que el profesor Moon impartía su clase, sentir ese pedazo duro dentro de él, lo hacía imaginar que en realidad era el gran trozo de carne que se nota que el profesor tiene entre las piernas.

Dong Min era muy cuidadoso con ello, nunca lo habían descubierto, pero hoy, justo hoy, perdió el control de mando y el problema es que el Vibrador ya lo tenía dentro de él.

-Tal vez lo dejaste en el baño, pero en lugar de buscarlo, mejor ve y quítate eso antes que sea demasiado tarde- le aconsejó Myung Jun.

-Si creo es mejor que...aahh- de pronto una descarga placentera se apoderó de su cuerpo, haciéndolo doblar sus rodillas.

-¿¡Qué tienes!?

-Creo que alguien lo encontró, porque yo...aahh ¡Joder!- Dong Min tuvo que sentarse puesto que sentía que sus piernas se volvían gelatina por las sensaciones que estaba teniendo.

Myung Jun no sabía si estar preocupado o dejar que el ataque de risa lo apoderara.

-Min, tienes que ir al baño y quítatelo, o si no...

-Buenas tardes, alumnos- el profesor Moon se hacia presente.

Tanto Dong Min como Myung Jun se miraron a los ojos, Dong Min tenía un sonrojo bastante notable.

-P-profesor...me permitiría s-salir al baño un momento...- la voz jadeante y cortante de Dong Min, desconcertó un poco al profesor.

-Alumno Lee, usted sabe que cuando yo entro al salón de clase, ya nadie sale y nadie entra, así que no.

-Pero...

-Pero nada, tome asiento.

Dong Min se resignó, miró con odio a Myung Jun por tener esa sonrisa llena de diversión ante su tragedia. Tomó asiento y solo rogó a los dioses que la persona que tuviera su control, no se le ocurriera usarlo.

La clase comenzó, Dong Min sudaba frío y sus mejillas estaban aún más sonrojadas, el profesor de vez en vez veía el estado en el que se encontraba su alumno, pero aún así no se tomó el tiempo de cuestionar.

-mmhg- Dong Min mordía su labio para no dejar escapar el gemido, habían vuelto a presionar el botón y en verdad lo estaban enloqueciendo.

Se removia en su silla tratando de acomodarse de alguna manera en el que no sintiera tanto el Vibrador, pero a quien engañar, las vibraciones las sentía por todo su cuerpo.

Abrazaba su mochila, apretandola con todas sus fuerzas tratando de ahogar sus sensaciones, tenía tantas ganas de gemir, de bajarse el pantalón y poder abrir más sus piernas, quería masturbarse, tocar su miembro tan suave y a la vez rápido.

-¡Joder, Jun, están pr-presionando el control!- Trataba de decirle a su amigo, necesitaba salir a como dé lugar del salón, pero el profesor no lo dejaría y quería evitar a toda costa ser castigado.

¿Castigado? De pronto Dong Min pensó en esa palabra y no pudo evitarlo, imaginarse siendo castigado por su profesor, azotado con su mano o con otra cosa, diciéndole palabras sucias que lo encendieran por completo.

-Tranquilo, déjame pensar en algo.

-Te me-meterás en problemas...¡Aahh!- Y un gemido fuerte dejó salir al final.

Justo en ese momento en el que el profesor se quedaba en silencio después de dar una explicación. Dong Min se escondió atrás de su mochila, en verdad quería morir.

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